MADRID 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Angel Carballo solicitó hoy a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal que condene a los etarras Mikel Guillermo San Argimiro Isasa, alias 'Pablo', e Imanol Miner Villanueva, alias 'David', a 306 años de cárcel a cada uno por el atentado cometido el 1 de mayo de 2002 en las inmediaciones del estadio de fútbol Santiago Bernabéu, en Madrid, en el que resultaron heridas 22 personas.
El representante del Ministerio Público pidió estas penas para los dos acusados, a los que considera autores de dos delitos de estragos, 22 delitos de lesiones, robo y falsificación de documento oficial. En el juicio, los dos etarras se negaron a contestar a las preguntas del fiscal y de la acusación popular, ejercida por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT).
Tan sólo San Argimiro Isasa se limitó, en su turno de última palabra, a exclamar: "Gora Euskal Herria askatuta" ("viva el País Vasco libre" en euskera). El abogado defensor rechazó "por expreso deseo" de los imputados hacer ninguna declaración en defensa de sus clientes, para los que solicita la libre absolución.
En la vista oral testificaron varios agentes de la Policía y la Guardia Civil que acudieron al lugar del atentado y que ratificaron los informes que elaboraron en relación con el atentado. También declaró el vigilante jurado de el edificio Torre Europa, frente al que estalló el coche-bomba, quien aseguró que como consecuencia de estos hechos padece fobia a los trenes, los golpes secos y los ruidos estridentes.
DECLARACIÓN DE LOS ACUSADOS
El fiscal fundamentó su acusación en las declaraciones que realizaron los acusados en sede policial y judicial, y destacó la "gran cantidad de datos" que aportan, que, en ambos casos, son "absolutamente coincidentes". De igual manera, el representante del Ministerio Público subrayó que las manifestaciones de los etarras están "objetivamente contrastadas" con las de los testigos, los policías, y con las investigaciones judiciales y policiales.
En sus testimonios, los etarras reconocieron ser miembros de ETA y que pertenecían al 'comando Txirrita', formado a principios de mayo de 2001 y que actuaba siguiendo las órdenes que daban desde Francia los dirigentes etarras José Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica, alias 'Olga'. Asimismo, admitieron que intentaron atentar hasta en cuatro ocasiones contra una furgoneta de la Policía que casi todos los fines de semana cubría los partidos del equipo de fútbol del Rayo Vallecano.
San Argimiro Isasa y Miner Villanueva también admitieron, como recoge el escrito de calificación del fiscal, que el 20 de marzo de 2002, los acusados -junto con Balbino Sáez Olarra, alias 'Ermilo', declarado rebelde- inspeccionaron las inmediaciones del estadio de fútbol Santiago Bernabéu, en el Paseo de la Castellana de Madrid, con el fin de colocar un coche bomba el día de partido entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona.
Ese mismo día, los imputados robaron un vehículo, en el que colocaron uno de los artefactos explosivos. El 30 de abril de 2002, San Argimiro, Sáez Olarra y Miner Villanueva prepararon una olla con explosivos en un domicilio que la organización había alquilado en Madrid. Sobre las 23:00 horas, los etarras se trasladaron hasta el lugar donde estaba aparcado el vehículo y activaron el explosivo con un temporizador.
El vehículo fue aparcado el 1 de mayo de 2002 frente al edificio Torre Europa, ubicado en el Paseo de la Castellana nº 95 de Madrid. Ese día, los acusados colocaron otro artefacto explosivo temporizado en otro coche aparcado en la confluencia de la calle Embajadores con la glorieta de Santa María de la Cabeza en Madrid.
Tras la preparación de este segundo vehículo, Miner Villanueva realizó dos llamadas, una al teléfono de emergencias '112' y otra al diario Gara, advirtiendo de la explosión de un coche bomba a las 5 de la tarde frente a la Torre Europa. La deflagración lesionó a 22 personas, entre ellas tres miembros de la Policía Nacional, que se encontraban en las inmediaciones del lugar del atentado. Sobre las 17:45 horas, el otro vehículo explotó y provocó daños materiales en diversas propiedades.