MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Ignacio Gordillo solicitó hoy una pena de 35 años de prisión para el presunto integrante del "comando Vizcaya" José Miguel Echeandía Meabe, a quien acusa de haber facilitado información a ETA para cometer un atentado frustrado en el que un sargento resultó herido en la localidad vizcaína de Larrebezúa el 18 de noviembre de 1994. Asimismo, pidió para él una multa de 12.000 euros y que indemnice al militar con 180.300 euros.
El fiscal pide esta pena por un delito de pertenencia a banda armada, y otro como cooperador necesario en un atentado con resultado de muerte en grado de frustración. Por su parte, el abogado de Echeandía pidió a la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional su libre absolución, ya que, según dijo el acusado, la confesión que realizó ante la Guardia Civil fue hecha bajo tortura.
Echeandía negó pertenecer a ETA y haber participado en el atentado, del que aseguró que tuvo noticia a través de la prensa. Pocos días después, se enteró de que la Ertzaintza había ido a su casa a detenerle y huyó "por miedo" a Méjico, donde permaneció durante casi 9 años, hasta que fue extraditado a España en julio de 2003. Asimismo, rechazó haber realizado labores de dirección en el colectivo de presos etarras en el país americano.
Según el fiscal, los miembros del "comando Vizcaya" José Luis Martín Carmona y Lourdes Churruca Madinabeitia, condenados por estos hechos, pidieron ayuda a Echeandía para intentar asesinar al asesinato del sargento José Corollo Raña con destino en el cuartel de Saitxe, ubicado en el municipio vizcaíno de Munguía.
Martín Carmona y el acusado realizaron vigilancias previas al día del atentado, con un vehículo robado y que posteriormente sería utilizado para la acción terrorista, con la intención de estudiar los horarios y movimientos del militar. Así, el mismo día de los hechos Martín Carmona y Churruca Medinabeitia se dirigieron a la localidad de Larrebezúa, donde se colocaron en un semáforo que da acceso al casco urbano, a la espera de que otro miembro del "comando" les comunicara el momento en el que el sargento pasaría por el lugar.
AGRESIÓN REPELIDA
A las 18:00 horas, el militar detuvo su vehículo en el semáforo y Ángel Irazabalbeitia, integrante también de este "comando", se acercó al coche disparando. Sin embargo, el sargento repelió la agresión con su arma reglamentaria e hirió al etarra. Ante esta situación, Medinabeitia disparó contra el militar, dándose a la fuga junto con Martín Carmona. El sargento resultó herido durante el tiroteo.
Los terroristas colisionaron con un camión durante su fuga. Acto seguido, Martín Carmona logró detener a un turismo esgrimiendo una pistola, cuya conductora fue obligada a trasladarlos hasta Lezama. En Lujúa, el vehículo se vio obligado a parar por impedirle el paso otro de la Policía Autónoma Vasca. Los policías abrieron fuego contra Irazabalbeitia, quien resultó muerto.
DISPUTA CON EL JUEZ
Por otro lado, el abogado de Echeandía solicitó que se aplazase el juicio, argumentando que la vista oral se había notificado sólo con 15 días de antelación, y que su cliente se encontraba en una "situación de nerviosismo y vértigos", derivada de sus trastornos "obsesivo-compulsivos".
Después de rechazar su solicitud, el presidente del tribunal, Alfonso Guevara, aseguró que a él le "daría vergüenza" hacer esta petición, y que si fuese él "no habría venido y habría dejado la toga". "¿Es esa la responsabilidad de los letrados?", preguntó, y añadió, "así nos va".
"Si quiere interrogar, interrogue. Si no, terminamos antes", sentenció. Por su parte, el letrado replicó que "no va a permitir descalificaciones ni faltas de respeto", tras lo cual el magistrado le pidió disculpas, que el abogado aceptó.
