MADRID 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Madrid juzgó hoy a un hombre acusado de intentar matar a un taxista atropellándole con la furgoneta que conducía tras haber mantenido con él una discusión de tráfico, hechos ocurridos en octubre de 2004 por los que el fiscal pide para el imputado 8 años de prisión. Durante el juicio, el procesado se negó a contestar a las preguntas planteadas por las partes personadas en la causa.
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, el 25 de octubre de 2004 el imputado, José H.R., discutió en un semáforo de la Vía Carpetana de Madrid con Eduardo S.S., taxista de profesión. La reyerta continuó desarrollándose en una gasolinera, lugar que el procesado aprovechó para bajarse del vehículo que conducía y amenazar a su interlocutor con un martillo.
En un momento dado, José H.R. volvió a subirse en la furgoneta en la que viajaba, engranó la marcha atrás y con la intención de acabar con la vida del taxista arremetió "a gran velocidad" contra él, provocándole lesiones que de no haber sido atendidas le hubieran ocasionado la muerte. Tras cometer los hechos, el inculpado se dio a la fuga.
El fiscal solicita, además de la pena de cárcel, que el encausado indemnice al lesionado en 439.452 euros por las lesiones y las secuelas sufridas, además de por su incapacidad para trabajar. La defensa del procesado --que ya ha sido condenado anteriormente por cometer un homicidio-- pide una pena de dos años de prisión para su cliente al considerarle autor de un delitos de lesiones.
MINUSVALÍA DEL 75 POR CIENTO
A lo largo de la vista oral, el imputado se negó a contestar a las preguntas formuladas por las partes personadas en el caso y dijo ser partidario de que se le impusiera "la máxima pena", reconociéndose así autor del delito que se le imputa.
Por su parte, la víctima, que después de sufrir el atropello padece una discapacidad del 75 por ciento, afirmó no recordar "nada" de lo sucedido el día de autos. "He intentado recordar lo que ocurrió pero no he podido. Sólo sé que vivo con mi mujer y mis hijos y que mi suegra me viste y me da de comer porque yo solo no puedo", explicó Eduardo S.S.
El lesionado también confesó que desde que fue arrollado supuestamente por José H.R. no tiene más vida que sentarse en el sofá a oír música. "No puedo leer y ni ver la televisión porque me mareo, ya que perdí visión. Tampoco puedo salir a la calle porque apenas puedo andar y no me valgo por mí mismo", añadió.
ENCAJADO ENTRE UNA FURGONETA Y UN COCHE
En la jornada de hoy también testificaron varias personas que presenciaron los hechos. Todas ellas relataron que el imputado, tras discutir "fuertemente" con la víctima y amenazarle con un martillo, se subió a una furgoneta, avanzó 30 metros hacia adelante y, acto seguido, dio marcha a atrás a gran velocidad "encajando al taxista entre la furgoneta y un coche".
Una testigo llegó a asegurar que el procesado "fue directamente hacia la víctima". El juicio a José H.R. ha quedado visto para sentencia.