El fiscal pide cinco años de cárcel para un detenido que incendió los calabozos policiales de Sevilla

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 13 marzo 2006 18:22

SEVILLA 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal ha solicitado una pena de cinco años de prisión, inhabilitación para el sufragio pasivo, costas procesales y una indemnización para el Ministerio del Interior de 285,65 euros para un hombre de 43 años, F. M. R., acusado de incendiar presuntamente los calabozos del Cuerpo Nacional de Policía de Blas Infante cuando se hallaba detenido en los mismos.

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla celebró esta mañana por la causa una vista oral, a la que accedió Europa Press, en la que la defensa pidió la libre absolución del inculpado al entender que quedó supuestamente demostrado que no hay pruebas directas que imputan la autoría de los hechos a su defendido.

Los hechos ocurrieron sobre las 7.00 horas del 16 de junio de 2002 en las dependencias policiales de Blas Infante, donde se produjo un incendio en los calabozos, originado al parecer en la celda número 24, donde se hallaba el inculpado y M. R. R., que también había sido detenido.

Durante la vista, el procesado argumentó que no prendió fuego a la colchoneta de su calabozo y que, antes de su detención, mantuvo una disputa con los agentes, si bien, reconoció que cuando ingresó en los calabozos "iba empastillado y no recuerdo si me cachearon o no". Además, declararon cuatro policías nacionales y el detenido que compartía calabozo con el inculpado, que se presentó como su amigo.

Los agentes recordaron los momentos que envolvieron al suceso, coincidiendo en señalar que la celda que se vio más perjudicada fue en la que se encontraba el inculpado y destacaron que, aunque en el lugar de los hechos, no se halló ningún mechero ni efecto similar, se temió que el procesado pudiera llevar escondido el mechero con el que pudo iniciar el fuego en su orificio anal, por lo que no pudo ser descubierto en el cacheo. Con todo, a preguntas de la defensa, ninguno pudo indicar con certeza que comprobaran que el inculpado originó el fuego, aunque sí reflejaron que el mismo se había visto implicado en hechos similares días antes en otras dependencias policiales.

También dijeron, entre otros datos, que, dado el intenso humo que se concentró en las dependencias policiales, se limitaron principalmente a evacuar a los detenidos. Añadieron también que en las celdas no hay interruptores y que las bombillas se ocultan por estructuras de hierro entre las que no cabe ni un dedo.

Por su parte, M. R. R., que compartía celda con el inculpado, declaró que estaba dormido cuando se originó el fuego y que, cuando despertó, sólo veía "humo por todos lados". Preguntado si llegaron a decir que prenderían fuego para que los llevaran a la Unidad de Psiquiatría, aseguró no recordar nada al respecto. Sí fue rotundo respondiendo "sí" a la pregunta de si su 'compañero' pudo provocar el fuego mientras él no lo veía. Entre otros datos, aseguró igualmente que ambos fueron cacheados "y nos lo quitaron todo".

Al término de la toma de declaraciones, el ministerio fiscal expresó que los hechos quedaron "suficientemente acreditados", añadiendo que, aunque no se conoce el instrumento con el que se causó el incendio, "se puede entender que pudo ser con cualquier objeto introducido en cualquier cavidad corporal". También reconoció que, dado que los hechos ocurrieron en 2002, era difícil que los policías recordaran todos los detalles.

Por su parte, la defensa pidió la libre absolución del inculpado al considerar que no hay pruebas directas de su presunta autoría pues "nadie ha manifestado que lo viera prender el fuego" y enfatizando que los policías dijeron ignorar cómo se inició el incendio.

"Todos hablan por referencias, pero es curioso, además, que todos supieran a posteriori que se había escondido el mechero" supuestamente, añadió el letrado, quien tachó de "absurdo pensar que se lo hubiera podido esconder" de nuevo tras el incendio.

PRESUNCION DE INOCENCIA

También argumentó que la "única negligencia" acreditada fue que no se diera traslado a la Policía Científica para que investigara los hechos "por lo que no se sabe si pudo haber un cortocircuito". Asimismo, tras preguntar "dónde queda la presunción de inocencia", manifestó que "también podía haber venido el otro detenido --que también estaba en la celda--, quien era evidente que no iba a decir que el autor fue él porque se iba a imputar a uno de los dos".

Además, preguntó si éste "no se estaría quemando si estaba tumbado en la colchoneta" en la que supuestamente se originaron las llamas. El abogado se refirió también a una sentencia absolutoria de la Audiencia Provincial de La Rioja por hechos similares.

Tras la intervención de las partes, el propio acusado criticó que los policías "mientan o se lleven la contraria", así como el hecho de que "no se pregunte quien usa fuego en los calabozos --en alusión a los policías, que usan cerillas y mecheros". Además, resaltó que fue detenido en la calle, "por lo que no podía llevar un mechero en el ano, sería absurdo, porque además dejé de fumar hace años".

"Soy el que pagará el pato, pese a que estuve a punto de morir porque estuve hospitalizado por el humo" que inhaló, a lo que añadió que "a ver quien me dice que no fue una venganza de la Policía".

Contenido patrocinado