MADRID 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Jesús Alonso pidió hoy a la Sección Primera de lo Penal de esta sede judicial una condena de 42 años y cinco meses de cárcel para el ex dirigente etarra Juan Carlos Iglesias Chouzas, "Gadafi", al quedar acreditado que intentó secuestrar a un empresario en la localidad vizcaína de Getxo en mayo de 1992. Se trata de la octava vez que el etarra se sienta en el banquillo de los acusados de este tribunal desde que fuera extraditado por Francia en septiembre de 2005 a España.
El representante del Ministerio Fiscal elevó a definitivas sus conclusiones provisionales, al entender que ha quedado "perfectamente" demostrado la comisión de los delitos de detención ilegal en grado de tentativa, utilización de vehículo de motor, allanamiento de morada, falsificación de documento de identidad, tenencia de armas y de explosivos y depósito de armas.
En su informe, el fiscal Alonso basó su condena en las declaraciones policiales realizadas por los integrantes del "comando Vizcaya" Juan Manuel Ormazabal y Javier Martínez Izaguirre, en las que reconocieron que "Gadafi" participó en la construcción de una "cárcel del pueblo" para retener en mayo de 1992 al ex consejero del BBV Guillermo Barandiarán Alday.
En su testifical, Martínez Izaguirre insistió en que "nunca" tuvieron la intención de secuestrar a "nadie", pese a que sí reconoció la construcción de un zulo en el garaje de la vivienda del miembro de ETA Manuel Fernández Pérez, a quien, según el fiscal, Iglesias Chouzas entregó 8 millones de pesetas (48.000 euros) para comprar la casa, que se ubicaba en la localidad vizcaína de Barrica.
Por su parte, Fernández Pérez negó que entonces conociese los planes de "Gadafi" y Martínez Izaguirre para levantar el citado zulo. "Sacaban escombros y no sabía que estaban haciendo", señaló el etarra, a pesar de que en su día admitió ante la Ertzaintza que el "comando Vizcaya" le entregó dinero para comprar la vivienda en Barrica.
REGITRO DEL ZULO
En el juicio declararon como testigos varios agentes del Cuerpo Nacional de Policía que practicaron el registro de la vivienda de Fernández Pérez, donde se halló un zulo al que se accedía a través de un hueco de 60 por 60 centímetros. El habitáculo tenía una superficie de 14 metros cuadrados por dos metros y 10 centímetros de altura.
Según manifestaron, en su interior se localizó una caja con material para la confección de explosivos, un manuel para abrir automóviles, dos bolsas con dos kilogramos de explosivos amosal y un cartucho de goma-2, varios detonadores y una máquina troqueladora.
También comparecieron los agentes que inspeccionaron el vehículo robado por los etarras para huir de la policía cuando fueron localizados en la localidad vizcaína de Sopelana. Los agentes explicaron que se intervino una placa falsa de la policía, unas esposas, munición y una bolsa de deportes que contenía un subfusil y un cargador.