El fiscal pide en Madrid 15 años de prisión para un hombre que arrojó ácido a la cara de su pareja tras una discusión

Actualizado: lunes, 26 junio 2006 18:38

El procesado asegura que el ácido nítrico cayó "casualmente" sobre el cuerpo de la víctima

MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Madrid juzgó hoy a un hombre acusado de arrojar ácido nítrico a la cara de su pareja después de mantener con ella una discusión por motivos sentimentales, hechos ocurridos en enero de 2005 por los que el fiscal solicita 15 años de prisión y una multa de 7.200 euros para el encausado.

El procesado, Carlos Elías G.P., negó ante el juez los hechos que se le imputan y manifestó que el día de autos le entró "una presión muy fuerte en la cabeza" que le llevó a "desparramar" todo lo que había encima de su mesa de trabajo, en la que, según dijo, se encontraba un vaso con ácido nítrico que "casualmente" cayó sobre la víctima.

El Ministerio Público considera probado que el encausado amenazó de muerte a su pareja en octubre de 2004 y la cogió del cuello, hechos por los que el Juzgado de Instrucción número 4 de Collado Villalba dictó un auto de alejamiento de Carlos hacia la víctima. La misma situación de violencia se repitió en diciembre de 2004 ya que la mujer y el supuesto agresor siguieron compartiendo domicilio a pesar de la orden de alejamiento.

El fiscal asegura que en la madrugada del 21 de enero de 2006 el inculpado se personó en el domicilio de la mujer llamando fuertemente a la puerta. La víctima, para evitar problemas, dejó entrar al acusado.

En el interior de la casa, víctima y encausado mantuvieron una discusión "por motivos sentimentales" en el seno de la cual Carlos agarró del cuello fuertemente a la mujer y a continuación cogió un vaso de plástico que contenía ácido nítrico y se lo arrojó a la cara. Como consecuencia de estos hechos, la lesionada sufrió quemaduras químicas en el rostro y en parte del tórax. Además, padece estrés postraumático.

NO LANZÓ EL ÁCIDO INTENCIONADAMENTE

En la vista oral, que se celebró en la sección vigesimoséptima de la Audiencia madrileña, Carlos Elías G.P. afirmó que "nunca" ha golpeado a su pareja, sino que ha sido ella quien siempre le pegaba puñetazos en la espalda y le tiraba del pelo. Añadió que si no respetó la orden de alejamiento que le impusieron fue porque la víctima insistía en que volviera con ella y mantuvo que ha tenido siempre problemas con el alcohol y con las drogas.

Asimismo, indicó que el día de autos, después de entrar en el domicilio de su pareja, se inició entre ambos una discusión en la que la mujer le quitó el único dinero que tenía y especificó que "fruto de la ira y la furia" le entró "una presión muy fuerte en la cabeza" que le llevó a "desparramar" todos los utensilios de joyería que se encontraban en una mesa del salón, entre los que se encontraba un vaso con ácido nítrico que cayó sobre la mujer.

"ESE DÍA NO SE ME OLVIDARÁ EN LA VIDA"

Sin embargo, la versión ofrecida en la Sala por la víctima fue muy distinta a la proporcionada por el encausado. La agredida detalló que desde el verano de 2004 había estado sufriendo insultos y amenazas por parte de Carlos y aclaró que esta situación le llevó a poner una denuncia contra el acusado, con el que tiene una hija de cuatro años de edad.

Advirtió que el 21 de enero de 2005 el inculpado llamó insistentemente a su casa y le pidió que le abriera la puerta, que no le iba a hacer daño, por lo que ella accedió. Según relató la víctima, después de discutir con el procesado, éste comenzó a ahorcarla y, "en cuestión de segundos" le lanzó "un líquido" a la cara.

"Ese día no se me olvidará en la vida. Me lanzó aquello al rostro y empecé a gritar. Pensé que era agua pero eso ardía. Él sabía que aquel ácido destrozaba y carcomía la cara. Sabía que podía dejarme ciega. Con esto nos ha perjudicado a mí y a mis hijas. No pensé que fuera a hacer algo así", sentenció.

El testimonio de la mujer agredida fue ratificado por la declaración de su hija, quien apuntó que meses antes de los hechos su madre y el encausado había protagonizado algunas peleas, pero sin llegar a las manos.