El fiscal sobre un proetarra: "¡Ojalá todos los malos sean fumadores!"

Actualizado: miércoles, 29 febrero 2012 14:36
cia" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">
Iñaki Bengoa San Miguel
Foto: POOL

   MADRID, 29 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El fiscal Carlos Bautista ha solicitado a la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional que condene a diez años y nueve meses de cárcel a Iñaki Bengoa San Miguel, que fue identificado tras arrojar una colilla en la parada del autobús como presunto autor de la quema de un autobús que se produjo el 10 de febrero de 2002 en el barrio bilbaíno de Buia. "¡Ojalá todos nuestros malos sean fumadores!", ha afirmado.

   En la última jornada del juicio, que ha quedado visto para sentencia, Bautista ha justificado su petición a partir de la declaración de la ya condenada por estos hechos Naiara Mallabia, que aunque le inculpó tras su detención ha asegurado en la vista que lo hizo "obligada", así como la aparición de los restos de ADN del acusado mezclados con los de ésta en dos guantes y una manga de camisa que fueron halladas en el lugar del ataque.

   A estas evidencias el fiscal ha sumado que el acusado tenía antecedentes policiales que demostrarían su "ideología filoetarra o terrorista", entre los que ha referido la participación en una concentración en defensa del "multiasesino" Iñaki de Juana Chaos o el intento de encadenarse en el estadio de San Mamés.

   Aitor Fernández Treceño, que también fue condenado por este acto de 'kale borroka', ha declarado que para llevar a cabo la quema del autobús cogió el guante y la manga de camisa de la empresa de montaje de 'txoznas' en la que trabajaba junto al acusado, lo que explicaría, según la defensa, la aparición de sus restos biológicos. "Los guantes los dejábamos en un sitio común, utilizábamos todo lo de todos, había un popurri de cosas", ha afirmado el testigo.  

   La causa contra Iñaki Bengoa San Miguel se inició después de que en noviembre de 2010 la Ertzaintza recogiera una colilla que había arrojado junto a una parada de autobús y cotejara su rastro de ADN con el que apareció en el guante y la capucha encontrados en el lugar de los hechos.

"PERITO MERCENARIO"

   Uno de los peritos propuestos por la defensa, al que el fiscal ha llamado "mercenario", ha destacado el bajo índice de intensidad de las muestras del acusado, lo que su letrado ha utilizado para mantener que su presencia en el lugar del ataque "no se puede probar" y que la Fiscalía había acudido al juicio con una "limitadísima prueba de cargo". "Son pruebas de descargo porque las mismas prendas no pudieron ser utilizadas al mismo tiempo por dos personas diferentes", ha defendido.

   El representante del Ministerio Público ha rechazado las "explicaciones pseudocientíficas" del perito y se ha preguntado por qué no aparece el ADN de Fernández Treceño en estas prendas si era el único que se las podía haber facilitado a Mallabia antes del ataque del autobús.

   El fiscal sostiene que el acusado y otras seis personas simularon un accidente de motocicleta para conseguir que el conductor del autobús se detuviera. Tras obligarle a que se bajara del vehículo, los asaltantes arrojaron 'cócteles molotov' que provocaron un incendio en el autobús, que quedó completamente calcinado. El ataque provocó daños valorados en más de 56.000 euros.

   En la primera jornada del juicio la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, reprendió a una treintena de amigos y familiares por ovacionar al acusado al término de su declaración. "¡Les ruego encarecidamente que no hagan lo mismo. Esto es un tribunal de justicia que se merece un respeto, esto no es un circo!. ¿Me han entendido, verdad?", les dijo.