AVILÉS 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El juicio contra Francisco Javier Lavandera, el testigo que denunció las intenciones de comerciar con explosivos del imputado en el 11-M, José Emilio Suárez Trashorras, quedó visto para sentencia después de que la fiscalía decidiese retirar los cargos que se le imputaban por falsedad documental y estafa al haber prescrito ambos delitos.
Al término de la vista, celebrada esta mañana en el Palacio de Justicia de Avilés, Lavandera se mostró satisfecho con el resultado de la misma, aunque expresó que "hubiera preferido que el juicio llegase a celebrarse" para así "demostrar mi inocencia".
Según explicó el fiscal durante la vista, la acusación por ambos delitos se abrió en marzo de 2005, casi cuatro años de que se produjeran los presuntos delitos. "Al tratarse de delitos menos graves y haber transcurrido más de tres años desde que fueron cometidos, han prescrito", señaló el letrado antes de anunciar que retirada su escrito de acusación contra Lavandera.
Lavandera, tras conocer el resultado de la vista, recordó que desde ahora tiene "nada pendiente con la justicia", aunque a añadió resignado que "algo buscarán". Lavandera dijo estar siendo perseguido "por haber denunciado un atentado" en relación a sus declaraciones sobre el 11-M. "Siempre he luchado contra el terrorismo y la injusticia", dijo para negar a continuación que sea un confidente. "No soy un confidente, es sólo que estaba metido en la 'mierda' y hay cosas que no podría soportar y las denuncié", dijo a la salida del juzgado.
En el juicio de esta mañana, el fiscal pedía inicialmente una pena de un año y nueve meses de prisión para Lavandera, al que se le imputaban los delitos de estafa y falsedad documental por la compra de un coche a plazos, para cuya financiación empleo nóminas falsas.
Según explicó Lavandera, un hombre, que respondería al nombre de 'José Antonio Neira', habitual del club de alterne en el que trabajaba, fue quien le facilitó la documentación falsa.
Aseguró que dicha persona, buscada por la Policía sin éxito, visitaba "trajeado" el club y ofrecía "a las chicas" trabajos en empresas.
Ese hombre formaba parte, según afirmó Lavandera, de "una red" de presuntos estafadores en la que él mismo cayó al abonar "200.000 pesetas" por "un puesto de trabajo". Sin embargo, lo único que habría recibido Lavandera, según su versión, fue la nómina falsa con la que adquirió el coche en un concesionario del municipio de Corvera. "Como no me dieron el trabajo sólo pude pagar un plazo del coche, y luego lo devolví", indicó a los periodistas.
La acusación por falsedad y estafa contra Lavandera surgió del ministerio público, tras salir a relucir los hechos en un careo mantenido en su día, y a raíz de los atentados del 11-M, por Suárez Trashorras y su cuñado Antonio Toro, también imputado por la trama de la venta de los explosivos empleados en los atentados.
En aquel careo, ambos aseguraron que Lavandera y José Ignacio Fernández 'Nayo' habían desarrollado el plan para la compra fraudulenta del coche. "Yo no metí a 'Nayo' nunca en esto", afirmó hoy Lavandera, quien señaló que la única persona con la que se vio involucrado en este caso fue con el mencionado "José Antonio Neira".