LA CORUÑA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los médicos forenses que realizaron la autopsia al cadáver del vecino de A Coruña asesinado con una catana Luis Pallares declararon que en su muerte se utilizaron dos armas diferentes, un tipo de catana con un tamaño de hoja inferior y que recibe el nombre de wakizashi, y un cuchillo, por lo que no descartaron la participación de dos personas aunque aseguraron que tampoco se puede garantizar.
Los forenses basaron esta conclusión en el hecho de que el cuerpo de la víctima presentaba heridas de dos tipo; por un lado las incisivas contusas provocadas por un arma blanca monocorte, es decir de un solo filo, y con cierto peso, y que correspondería al 'wakizashi'; y, por otro, las incisivas para las que se habría utilizado el cuchillo.
En total, la víctima recibió 27 puñaladas en la espalda, algunos cortes defensivos en las manos y una puñalada en la zona abdominal que, según manifestaron los forenses durante su declaración en la Audiencia provincial de La Coruña, fue la que le provocó la muerte.
Los forenses relataron que, en un primer momento, Luis Pallares debió ser atacado por la espalda con un cuchillo del que trató de defenderse protegiéndose con las manos. Una de las puñaladas recibidas en la espalda llegó incluso a atravesar el pulmón de la víctima lo que, en opinión de los expertos, debió provocar que tuviese cierta dificultad para respirar pero que no le imposibilitaría para defenderse.
A continuación declararon que, el agresor o los agresores, le clavaron el 'wakizashi' en la zona abdominal justo debajo del esternón y atravesaron el hígado. Esta fue la herida más importante y la que mató a Luis Pallares, según los forenses, que señalaron que fue una pelea de una cierta duración "desde luego más de cinco minutos" y que terminó con un "periodo de agonía" para la víctima que podría haber superado los 30 minutos ya que murió desangrado.
Durante la sesión de hoy, declararon también los agentes de la Policía Científica encargados de realizar la primera inspección ocular en el piso de la víctima y los registros en los domicilios de dos de las acusadas. Así, uno de los agentes explicó que en un primer momento se recogieron un total de 53 muestras entre colillas, muestras de restos biológicos, pelos, etcétera.
ADN DE LAS TRES IMPUTADAS
En el domicilio de Luis Pallares se confirmó, posteriormente, la presencia de ADN de las tres imputadas, S.M.R., S.G.R., y T.A.O., en distintas partes de la casa. Además, todos los agentes señalaron que se habían tratado de ocultar los restos de sangre del pasillo, baño y entrada, al limpiarlos con lejía.
Otro de los agentes explicó que durante los registros en los pisos de dos de las acusadas, S.M.R. y S.G.R., encontraron la misma fotografía de la víctima con la misma dedicatoria pero dirigida en cada caso a una de las mujeres con las que Luis Pallares mantenía una relación sentimental.
CRIMEN PASIONAL
Los agentes coincidieron con el resto de testigos que participaron en el juicio en que el móvil del asesinato fueron los celos, ya que ambas mujeres mantenían una relación sentimental con la víctima.
Todos los policías descartaron rotundamente el robo, a pesar de que en la habitación donde se encontró el cadáver aparecieron los cajones de las mesillas encima de la cama "como si los hubieran puesto después para despistar", señaló uno de los agentes.
La policía recordó que en casa de una de las acusadas, S.G.R., se encontraron varios cuadernos con escritos y poemas "de amor y desamor" dedicados directamente a Luis Pallares, lo que según el agente que transcribió dichos textos hace pensar que la imputada "estaba enamorada de la víctima pero no era correspondida como desearía".
Uno de los agentes señaló, además, como dato curioso que en la parte exterior de puerta de entrada al domicilio de la víctima alguien había escrito con un objeto punzante: 'Luis te amo'.
13 AÑOS DE PRISIÓN PARA CADA UNA
El fiscal pide 13 años de prisión para cada una de las tres imputadas, S.M.R., S.G.R. y T.A.O., en el asesinato de Luis Pallares Mansó que tuvo lugar en agosto de 2003. El juicio con jurado popular se inició el pasado lunes.
El cuerpo de Luis Pallares Manso se encontró en su domicilio en La Coruña el 2 de septiembre de 2003 en un avanzado estado de descomposición por lo que los médicos forenses sitúan la fecha de su asesinato en torno a la tarde noche del 18 de agosto y la madrugada del día 19.
Los agentes tras una llamada de los vecinos que alertaron del mal olor que procedía del domicilio, encontraron el cadáver en el suelo de la habitación principal. El fallecido era traficante de drogas y muy conocido en entre los consumidores de cocaína.