Touriño y Areces rechazan la "confrontación" entre CCAA por déficits y reclaman que el Gobierno mantenga la "espectacular" inversión
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los presidentes de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y de Asturias, Vicente Álvarez Areces, acordaron hoy proponer que el nuevo modelo de financiación autonómica tenga en cuenta los condicionantes estructurales de Galicia y el Principado, basados en la dispersión poblacional y el declive demográfico.
Así lo anunciaron en la rueda de prensa conjunta que ofrecieron como colofón a las dos jornadas de trabajo que ha durado la VII Cumbre Galaico-Asturiana celebrada en Santiago de Compostela, en la que, pese a que la revisión del modelo financiero no se incluyó en ninguna de las nueve mesas sectoriales que articularon el encuentro, sí fue motivo de análisis por parte de ambos mandatarios.
El dirigente gallego se mostró "seguro" de que Galicia y Asturias encontrarán un "espacio común" ante el debate que se abrirá el próximo 7 de febrero en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), ya que a las dos comunidades "les interesa" que el nuevo sistema responda al "mayor peso en el coste de los servicios públicos" que se deriva del envejecimiento poblacional, de la dispersión y de la atención al litoral.
Además, recalcó que Asturias y Galicia necesitan que la redistribución del Fondo de Suficiencia y del Fondo de Compensación Interterritorial y la propia inversión del Estado "tenga en cuenta estos elementos" para "garantizar que la financiación autonómica cumple con los parámetros básicos previstos en la Constitución" y salvaguarda "la cohesión social, el reequilibrio territorial y la igualdad de todos los ciudadanos".
Por ello, confirmó que entre ayer y hoy, tanto las entrevistas mantenidas entre él y Areces como las celebradas por los responsables de Economía de ambos gobiernos, se acordó establecer "espacios de colaboración" para "compartir criterios y fijar objetivos" de cara a la revisión del sistema vigente.
REFORMAS ESTATUTARIAS
Por otra parte, los ejecutivos gallego y asturiano optaron por no analizar las reformas estatutarias ya que, según explicó Emilio Pérez Touriño, "cada uno tiene que seguir su camino y no tendría mucho sentido hacerlo objetivo de una cumbre bilateral", ya que "ninguna puede intervenir en un ámbito propio de otra comunidad". Así, recalcó que pese a "compartir principios y orientaciones", la revisión del marco autonómico corresponde a los respectivos parlamentos.
Mientras, el mandatario asturiano destacó la "cordialidad" que presidió sus encuentros con el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, cuando se le preguntó por si había aprovechado la cumbre para evaluar con el también portavoz nacional del BNG la anexión a Galicia de varios ayuntamientos asturianos incluida en la propuesta de reforma estatutaria del Bloque. "Puedo asegurar que hubo un espíritu de acuerdo absoluto y unánime en todo entre los gobiernos gallego y asturiano", añadió.
Además, subrayó su "ilusión y compromiso con el proyecto de la España plural" promovida por José Luis Rodríguez Zapatero, en el que destacó que Asturias y Galicia "aportarán su esfuerzo, reconociendo su identidad". "Pero nuestra identidad queremos incluirla como elemento común en esa España diversa", agregó.
Asimismo, Areces reivindicó que esta cumbre servirá para ofrecer a los ciudadanos "resultados acordes con las expectativas de dos gobiernos progresistas y en una clave de una España que apuesta por la cohesión territorial y la convergencia de las regiones menos desarrolladas".
Por ello, "saludó" la inversión del Ejecutivo central para convertir a Asturias y Galicia en las comunidades que reciben "más inversión por habitante" y destacó que, "en veinte meses que lleva gobernando, Zapatero ha impulsado políticas que antes estaban bloqueadas o no iniciadas".
SIN CONFRONTACIÓN
En consecuencia, los dos presidentes reclamaron que los déficits estructurales que las comunidades demandan al Estado no se conviertan en motivo de "confrontación" entre los distintos territorios y abogaron por que éstos "encuentren lo que hasta ahora, desde que hay un Gobierno de progreso en España: caminos para dar un salto espectacular en inversión pública".
Al respecto, Touriño declaró que no le "preocupan las cifras que unos u otros dan" y añadió que "seguro que todas las comunidades tienen" carencias por las que reclamar la intervención del Gobierno. "Me extrañaría escuchar del presidente de Asturias que no tiene necesidades, Cataluña tiene las suyas y sé seguro que Asturias también", agregó.
Por su parte, Areces aprovechó para recordar que tras el cambio propiciado por las elecciones del 14 de marzo de 2004, "multitud de problemas que estaban enquistados y que parecían imposibles", salieron adelante. Así, recordó las trabas para ejecutar algunas infraestructuras y que, según él, con el tiempo se ha demostrado que estaban revestidas de "algún disfraz técnico".
"Qué casualidad que la política abre todos los caminos", ironizó el mandatario asturiano, quien añadió que "mágicamente al final se hizo" y reprobó que fueran "voluntades personales y políticas las que impedían que se llevaran a cabo". Entre éstas, aludió a la conexión viaria entre Unquera y Llanes, "hoy en marcha", de la que lamentó que el anterior ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, "judicializase el tramo" y provocase "que se perdieran seis años".
En consecuencia, Areces aseguró que tanto su Gabinete como el gallego "lo que piden es lo que se está haciendo, que se continúe con este ritmo", frente a la gestión de la Administración de José María Aznar, que "confundía el calendario y los deseos con la realidad". "Cuando hubo el cambio de gobierno, --los populares-- reclamaron que se hicieran obras que no estaban ni en estudio informativo", denunció, tras lo que celebró que "al final, fluyó la información".
BALANCE
Por último, los dos presidentes hicieron balance de este encuentro, el primero en siete años, y mientras Touriño lo calificó de "nuevo hito" para el impulso de las relaciones de las dos comunidades vecinas, Areces destacó la "excepcional cordialidad y la eficacia de las conclusiones" de la cumbre.
Al respecto, el presidente de la Xunta coincidió en el "alto interés" de los acuerdos y su "grado de concreción" y celebró la intención de dar una continuidad anual al cónclave. "Se abren unas perspectivas de impulso continuo en beneficio de los ciudadanos de ambas comunidades", declaró.
Por su parte, el máximo responsable del Principado aseguró que de todas las cumbres que ha afrontado en su "dilatada experiencia", ésta ha sido "de las mejor preparadas y que mejores conclusiones" ha propiciado, como, según él, se comprueba en las "decenas de acuerdos" establecidos y en el "entendimiento, ilusión y forma de trabajar".
