SANTIAGO DE COMPOSTELA, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
La joven de 31 años natural de O Porriño (Pontevedra) expuesta al polonio 210 en una oficina en Londres, Cristina López, afirmó hoy que está "muy tranquila" porque se encuentra "muy bien de salud" y aseguró hay "más probabilidades" de que la atropelle un autobús en la capital londinense que de que esté intoxicada.
En declaraciones a Europa Press, la joven gallega reconoció hoy que cuando se enteró de que la oficina de Boris Berezovsky en la que había realizado un trabajo como programadora había estado expuesta al polonio se llevó "un susto importante". "Estar en contacto con contaminación radioactiva impone", subrayó.
No obstante, explicó que una vez que recibió información sobre el polonio tanto ella como su jefe y dos compañeros más programadores sometidos a análisis se dieron cuenta de que "las posibilidades de haber ingerido la cantidad suficiente de la sustancia radiactiva son mínimas".
"No es para tanto y estoy muy bien de salud", destacó Cristina López, que reside en Londres desde finales de septiembre y trabaja como programadora para la empresa Startide.org, que se encarga del sistema de control domótico de las oficinas del magnate Boris Berezovsky en Down Street, y en donde trabajó durante una semana el pasado mes.
"NO ME LO PODÍA CREER"
La programadora gallega recordó que fue su padre en un mail quien le preguntó si era Berezovsky el magnate ruso para el que había trabajado. Ella, al saber únicamente que se llamaba Boris, buscó información y fotos en Internet aunque consideraba, en un primer momento, que "era imposible" que fuera el mismo porque en la oficina tenía una "foto en camiseta, como de amigos, con Putin", por lo que no sospechó de que el presidente ruso "pudiera estar detrás de esto".
"Llamé a mi jefe y tampoco se lo podía creer", recordó Cristina López. Posteriormente, los dos, así como otros dos programadores de una empresa gemela a la de ellos, fueron puestos en la lista de la Agencia de Protección de la Salud (HPA) para ser sometidos a unas pruebas.
El martes acudió al hospital donde recibió información y tuvo que rellenar un cuestionario de salud. Además, le entregaron una botella de un litro para los análisis de orina cuyos resultados recibirá en tres semanas. La joven insiste en que está "tranquila" y en que "las probabilidades de intoxicación son mínimas".
Por su parte, su madre afirmó que la familia en O Porriño "está tranquila porque Cristina también lo está". "Tocó muchos sitios que el señor Berezovsky también palpó", indicó y añadió que "pasaron tres semanas y ya se hubiera encontrado mal si se hubiera intoxicado".