Gallizo defiende el régimen penitenciario abierto, que alcanza al 15% de reclusos este año frente al 10% de 2003

MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

La directora general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, explicó hoy en el Senado la apuesta del Gobierno por potenciar el régimen penitenciario abierto, que permite a determinados reclusos por delitos menores cumplir la última parte de la pena fuera de la cárcel, y aseguró que se ha invertido el descenso del número de presos acogidos a esta fórmula en las legislaturas anteriores, pasando del 10 por ciento en 2003 al 15 por ciento este año.

Gallizo compareció ante la Comisión de Interior del Senado a petición del PSOE para explicar el régimen abierto para el cumplimiento de las penas e hizo una defensa de esta posibilidad que, a su juicio, permite a la vez cumplir la condena y "reeducar" a las personas reclusas hacia la vida en libertad. "Es un instrumento eficaz para evitar la reincidencia", agregó, para asegurar que su apuesta es "que exista una cultura institucional" de priorizar el trabajo con los reclusos en "medio abierto".

La responsable de Política Penitenciaria aseguró que el interés del Gobierno por esta política se refleja en la reciente creación de la Subdirección General de Medio Abierto y medidas alternativas, así como en las cifras. Los reclusos en régimen abierto eran el 13,8 por ciento en 1995 (4.012 personas) y pasaron a ser el 10 por ciento en 2003 (3.722 personas). En 2005 ascendieron al 11,8 por ciento (4.607) y este año equivalen al 15 por ciento de la población reclusa (5.609 personas). "Son cifras que ponen de manifiesto el interés por recuperar una senda de tratamiento", expuso.

CONFUSIÓN CON LA IMPUNIDAD

Mercedes Gallizo criticó la política de los gobiernos anteriores del PP que, en su opinión, vinculó el régimen abierto "con una distorsionada visión de impunidad" y restó inversión en los medios necesarios para aplicarlo.

"La impresión de que cumplir condena fuera de prisión equivale a impunidad la tienen muchas personas y tiene que ver con la falta de medios materiales y humanos para desarrollar esta tarea, con la falta de rigor, con la ausencia de programas de seguimiento de la reinserción. Si falta todo esto, un sistema de régimen abierto puede tener escaso valor de cumplimiento de pena y reeducador", dijo.

La responsable de Política Penitenciaria insistió en su comparecencia en que el objetivo de este régimen es doble, porque se debe cumplir la pena y abrir caminos hacia la vida laboral y social en libertad y agregó que para ello son fundamentales las nuevas tecnologías. Estas permiten, por ejemplo, la vigilancia de la persona que cumple pena en su domicilio y debe permanecer en él determinadas horas al día.

Por otro lado, Mercedes Gallizo explicó que se están poniendo en marcha los recursos necesarios para aplicar las alternativas a la prisión que la legislación permite para algunas condenas, por ejemplo, las penas de trabajo en beneficio de la comunidad, que han crecido de una manera, según Gallizo, no prevista: de 633 sentencias en 2003 a 9.477 sentencias el año pasado.

La administración suma con 5.225 plazas para que se cumplan estas sentencias. Según los últimos datos de marzo, de las 6.721 sentencias existentes, estaban resueltas 4.359.

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