Actualizado 01/06/2006 17:32

El general Miró Valls asume el Mando del Componente Terrestre Aliado en Madrid en un acto sin representantes de Defensa

Sustituye al teniente general Pérez Navarro, que pasa a la reserva el mismo día en que su Cuartel obtiene la Capacidad Operativa Plena

MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -

El teniente general Cayetano Miró Valls asumió hoy en el Cuartel General de Retamares (Madrid) el Mando del Componente Terrestre Aliado en Madrid en una ceremonia presidida por el comandante del Mando Conjunto de la OTAN en Nápoles, almirante Harry Ullrich, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general de Ejército Félix Sanz Roldán.

Al acto, que no contó con representación de altos cargos del Ministerio de Defensa, asistieron el jefe de Estado Mayor del Ejército, general de Ejército Carlos Villar Turrau, y el jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire, general del Aire Francisco José García de la Vega, así como representantes diplomáticos y otras autoridades castrenses.

Tras los honores de ordenanza que brindó al JEMAD y al almirante Ullrich una compañía del Regimiento Inmemorial del Rey número 1, acompañada por una representación militar de los 28 países de la Alianza Atlántica, el comandante saliente, teniente general Iñigo Pérez Navarro, expresó su agradecimiento a España por dejarle cerrar "con broche de oro" su carrera militar y a la Alianza Atlántica por haberle asignado "la importantísima misión de contribuir a preservar la paz, la seguridad y la integridad territorial" de sus Estados miembros.

El teniente general Pérez Navarro, que trasladó al personal del Cuartel su felicitación por actuar como "una bien ajustada máquina que trabaja por la paz", también tuvo palabras en recuerdo de los soldados que han participado en misiones internacionales "para luchar contra el terrorismo, mantener la paz y prevenir los conflictos", preservando la libertad.

"Cierro también aquella querida aventura que comenzó en el año 1959, cuando senté plaza en el Ejército español como soldado y juré bandera, ofreciendo hasta la última gota de mi sangre, si fuera necesario, en defensa de España", prosiguió.

Tras incidir en que todo lo que ha hecho como militar y como persona no hubiera sido posible sin el apoyo de su familia y, especialmente, el de su mujer, el comandante saliente señaló que con la despedida del servicio activo cierra una etapa de su vida pero mantendrá "más fuerte si fuera posible" su compromiso de "defender España y la Paz".

Por su parte, el comandante del Mando Conjunto Aliado en Nápoles, del que depende el Mando del Componente Terrestre de Madrid, agradeció a España el apoyo que ha prestado "a la causa de la seguridad y la estabilidad" con su participación en las operaciones en los Balcanes, el Mediterráneo y Afganistán.

El almirante Ulrrich elogió la labor del comandante español saliente y del personal a sus órdenes por considerar que han cumplido "todos los objetivos" y han desarrollado "sin fisuras" la transformación del Cuartel General, al tiempo que resaltó el hecho de que el acuertelamiento aliado haya conseguido hoy mismo alcanzar la Capacidad Operativa Plena (FOC, por sus siglas en inglés).

El alto mando de la OTAN destacó la figura del teniente general Pérez Navarro, al que definió como "soldado, erudito y estadista", capacidad esta última en la que, a su juicio, destacó "de forma especial".

Posteriormente, tomó la palabra el nuevo comandante del Mando Terrestre Aliado, el teniente general Cayetano Miró Valls, que manifestó su lealtad y respeto al Consejo Superior del Ejército, al Gobierno y al Rey por haberle situado al frente del Cuartel de Retamares.

El teniente general Miró Valls se comprometió a volcar sus "habilidades profesionales y esfuerzos" en su nuevo cargo y dejó claro que todo el personal que hoy asume bajo su mando está "plenamente comprometido con la paz". "Nuestro compromiso con la paz está por encima de toda consideración", subrayó.

Rompiendo el protocolo, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de Ejército Féliz Sanz, tomó la palabra para expresar su agradecimiento al comandante saliente y trasladarle al teniente general Miró Valls que hoy recibe "cinco talentos" que en el futuro deberá devolver a su sucesor aumentados en número.

Concluidos los discursos, se inició la ceremonia de transferencia de mando, en la que el comandante saliente entregó al almirante Ullrich la bandera, que este a su vez cedió al nuevo comandante.

Finalmente, todas las autoridades militares y civiles asistentes se trasladaron a un edificio contiguo al patio en que se celebró la ceremonia para tomar una copa de vino español, acto este último al que se vetó la entrada de la prensa.

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