El Gobierno aplaza al menos hasta enero los contactos para evaluar la viabilidad de la reforma constitucional

Considera que el cambio para la sucesión a la Corona no urge ni está condicionado por el nuevo embarazo de la Princesa

Europa Press Nacional
Actualizado: domingo, 3 diciembre 2006 13:15

MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno no tiene previsto realizar al menos hasta enero los contactos con los grupos parlamentarios para evaluar la posibilidad de acometer en esta legislatura la reforma de la Constitución, informaron a Europa Press fuentes gubernamentales. Sin embargo, aunque mantiene abierta su apuesta por estos cambios en la Carta Magna, considera que este debate no está condicionado por el hecho de que los Príncipes de Asturias hayan anunciado que van a ser padres de otra niña.

El pasado 29 de septiembre, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, le había encargado que plantease a los grupos parlamentarios la posibilidad de llevar a cabo la reforma constitucional. En un principio, la previsión era tener la evaluación hecha antes de fin de año.

La modificación de la Constitución que quiere el Ejecutivo socialista --para la que es imprescindible el concurso del PP-- abarca cuatro aspectos: la sucesión a la Corona, el encaje en la Constitución de la entrada de España en la UE, la denominación de las Comunidades Autónomas y la reforma del Senado.

La formación que lidera Mariano Rajoy no ha puesto pegas a la eliminación de la preeminencia del varón al trono, pero ha minusvalorado las otras tres propuestas del Ejecutivo, advirtiendo de que si se abre el debate de la reforma de la Carta Magna, sus propuestas son otras y van encaminadas a fijar el techo competencial del Estado.

Sin embargo, el Gobierno defiende la reforma de los cuatro aspectos de forma conjunta, no separando ninguno de ellos. Después de que el Consejo de Estado aprobase su dictamen, el presidente del Gobierno subrayó, en su discurso durante el Debate del estado de la Nación, que el "más alto órgano consultivo" había encontrado "razones fundadas para abordar la reforma conjuntamente" y remarcó que, pasado el verano, el Ejecutivo se reuniría con las fuerzas políticas para explorar las posibilidades de alcanzar el consenso. "Solo si así fuese, el Gobierno daría pasos para iniciarlas", avisó.

NECESIDAD DE CONSENSO

Después de hacerse público que los Príncipes de Asturias esperan otra niña para la próxima primavera, el Ejecutivo socialista ha querido dejar claro que la reforma de la Constitución para equiparar al hombre y la mujer en la sucesión al trono no está condicionada por este embarazo.

Así lo adelantó esta semana el propio ministro de Justicia al afirmar: "Ninguna reforma está condicionada por un hecho, como pueda ser el feliz embarazo de la Princesa de Asturias. Hemos felicitado a la pareja porque es una buena noticia para ellos y para el conjunto de la sociedad española, pero no debe interferir esa circunstancia feliz con un debate que requiere su tiempo".

En este sentido, el Gobierno insiste en que las reformas constitucionales necesitan un amplio consenso, que pasa necesariamente por el concurso del principal partido de la oposición. "Parece claro que el PP no ha manifiestado su voluntad de concurrir a la formación del consenso necesario", dijo hace unos días López Aguilar.

Sin embargo, desde el PP no ven problema en acometer ya la reforma que afecta a la Corona, habida cuenta de que todos los partidos están de acuerdo con ella. En estos términos se ha expresado tanto el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, como la secretaria de Política Local y Autonómica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría.

"No se ocupe tanto de la República de ayer y preocúpese más de la Monarquía del futuro", reclamó hace unos días Zaplana al presidente del Gobierno, al que animó a abordar ya la reforma. Por su parte, Saénz de Santamaría señaló que el problema de la discriminación en la sucesión al trono "sigue ahí" y debe "eliminarse" y que, una vez que todos los partidos están de acuerdo en el "fondo", ahora deben ponerse de acuerdo en la "forma" de acometer la reforma.

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