SANTIAGO DE COMPOSTELA, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Rodríguez, consideró hoy que los relevos decretados por José Luis Rodríguez Zapatero en su Gabinete responden al objetivo de "ir preparando" al Gobierno para la negociación con ETA ya que, a su juicio, los cambios significan "mayor cohesión" en el Ejecutivo, "favorecida por la marcha de Bono", si bien añadió que la remodelación "tendría que haber sido más amplia".
En declaraciones a los medios de comunicación, Rodríguez recordó que el propio presidente español auguró un proceso "largo y difícil" para lograr el fin del terrorismo y aseveró que "a eso responde, sin duda, la integración de Rubalcaba y de Alonso como ministro de Defensa".
Por lo que respecta a la "desaparición" de la hasta ahora titular de Educación, María Jesús San Segundo, consideró que se trata de un caso distinto, que responde "no sólo a la conflictividad" generada durante la negociación de la Ley Orgánica de Educación (LOE), sino, "especialmente, a que no estuvo a la altura de las circunstancias en ese proceso".
En consecuencia, declaró que "para la perspectiva del Gobierno", la remodelación "es acertada", si bien advirtió de que "desde una óptica galega, tendría que haber sido más amplia". "En la cabeza de todos está por dónde tendría que llegar esa amplitud", sugirió Rodríguez, quien añadió que "hay varios ministerios que no están a la altura de las circunstancias".
"TIEMPO AL TIEMPO"
No obstante, prefirió "no decir nada más en este momento", ya que cree que "es importante dar tiempo al tiempo para tener actitudes más contundentes". Con todo, declaró que "no cabe duda de que algunos ministerios tendrían que cambiar la política con Galicia" y, preguntado por el de Fomento, agregó que "no es ningún secreto que no está a la altura de las circunstancias".
Por ello, reclamó al departamento de Magdalena Álvarez un "cambio de actitud, no ya para hacer más, sino para la transparencia y para tener un espíritu constructivo". Así, consideró "muy necesario no tomar 'de coña' a las instituciones públicas gallegas ni a su opinión pública" y, en este sentido, aseveró que el BNG "tiene una posición clara", que apuesta por "negociar un cambio de actitud".
No obstante, y pese a dar un "margen de maniobra" para "esperar a ver si --este margen-- se puede utilizar constructivamente", el portavoz nacionalista advirtió de que "este trabajo también tiene fecha de caducidad". "Es decir, si no se produce ese cambio de actitud, no sólo iremos a una crítica pública, sino que iremos a algo más", amenazó.
