MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Gobierno y ERC mantuvieron la primera reunión del año para avanzar en la delimitación de competencias que contendrá el nuevo Estatuto de Autonomía en caso de salir adelante. El encuentro sirvió para constatar, pese a algunos datos positivos, que las competencias en materia de inmigración y educación siguen separando al Ejecutivo de la formación republicana. Mientras tanto, la financiación sigue siendo uno de los asuntos cruciales. La Generalitat de Cataluña confía en que el Gobierno central presente nuevas propuestas e incluso ha asegurado que la consta que el Ministerio de Economía está trabajando en ellas. En la imagen se puede ver al secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño, saliendo de la reunión que ha mantenido hoy el Gobierno con ERC
La reunión entre las delegaciones del Gobierno y de ERC duró cuatro horas, casi exclusivamente centradas en el capítulo de competencias del nuevo Estatuto. Aunque ha habido avances en los artículos relativos a la descentralización de la Justicia, lo cierto es que la reunión ha servido para constatar las diferencias que ambas partes mantienen en la delimitación de las competencias de inmigración o educación, ahora en manos del Estado y que la propuesta del Parlamento catalán contempla traspasar.
Por parte del Gobierno asistieron los mismos negociadores que ya se reunieron con CiU este lunes, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Francisco Caamaño, y su jefe de Gabinete, José Luis Rodríguez. Por ERC, asistieron su portavoz, Joan Ridao, y su portavoz en el Congreso, Joan Tardá. A diferencias del anterior encuentro que mantuvieron, que se celebró en el Parlamento catalán, éste tuvo lugar en el Congreso de los Diputados.
Además de las competencias que contendrá el nuevo Estatuto, la financiación sigue siendo clave en el proceso de negociación, aunque no se trató en la reunión con ERC. El conseller de Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat, Joan Saura, aseguró que le consta que "el Gobierno central está trabajando en nuevas propuestas de financiación", tras el rechazo de los partidos catalanes a la que presentó el vicepresidente económico, Pedro Solbes, y a pesar de que el Ejecutivo central ha rechazado (el último en hacerlo fue el ministro de Industria y secretario del PSC, José Montilla) que tenga previsto hacer una nueva propuesta en esta materia.
Saura insistió en que ese primer documento de Solbes es "inaceptable" e "innegociable" para Cataluña, puesto que sus planteamientos "significarían el 'no' a la propuesta de financiación del proyecto". Una nueva propuesta, añadió, es "imprescindible y necesaria". "El Gobierno ha de moverse en financiación. Creemos que va a haber una nueva propuesta en los próximos días", sentenció el conseller catalán.
ZAPATERO LO SIGUE "EN PRIMERA LÍNEA"
Aunque el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no tiene previsto participar en la negociación, al menos por el momento. Saura, en todo caso, se mostró convencido de que Zapatero "sigue el asunto en primera línea", pero rechazó valorar "los momentos concretos de intervención" que debería escoger el presidente del Gobierno o si debería convocar una reunión con los líderes políticos implicados en el proceso, como le pidió el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira.
El líder republicano insistió en pedir a Zapatero "la fuerza y el coraje suficientes" para dar "un giro histórico" y diferenciar su modelo de Estado del que defiende el PP. Eso sí, advirtió que no duda de la buena voluntad del jefe del Ejecutivo, e incluso dijo que se trata del primer presidente del Gobierno "que no es exactamente un nacionalista español, sino un español demócrata y de izquierdas que valora como un elemento enriquecedor y positivo la diversidad del Estado, no como un engorro y una molestia".
Otro de los puntos conflictivos sigue siendo la definición de nación que contiene el Estatuto. El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, propuso 'nación histórica'. Según Saura, es "una de las muchas propuestas que hay sobre la mesa" sobre la que no quiso opinar. Carod dijo que es una idea "para estudiar", aunque abogó por mantener el término 'nación' sin más añadidos y "darle normalidad" para "desdramatizar la situación".