MELILLA 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Nación comenzó esta semana la construcción de la tercera valla que separa Melilla de Marruecos, en concreto la sirga tridimensional que se está instalando en el espacio de siete metros que existe actualmente entre las dos vallas.
Según pudo confirmar hoy Europa Press, los operarios de la empresa Indra, adjudicataria de las obras, han iniciado los trabajos en la zona de Barrio Chino para empezar a dotar los nueve kilómetros de perímetro fronterizo de un sistema de trenzado que no tiene ninguna estructura lógica, por lo que dificulta cada vez más el avance de una persona según se va produciendo y hace más fácil retroceder que continuar hacia el primer vallado.
Estas obras, que cuentan con un plazo de ejecución de cinco meses, tienen por objetivo, según dijo el delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, impedir de una manera más eficaz la entrada de forma clandestina de inmigrantes a Melilla y también evitar daños a los inmigrantes.
Por ello, una vez que se acabe de instalar la sirga tridimensional, los elementos cortantes que coronan la primera valla se retirarán, con el fin de que los inmigrantes no resulten heridos en sus intentos de acceder a la ciudad española del Norte de África.
La construcción de la tercera valla ha estado envuelta en la polémica porque inicialmente se iba a construir en el terreno más cercano a Marruecos, pero finalmente se decidió hacerlo en el espacio existente entre las dos vallas actuales. El Gobierno argumentó esta decisión en un informe técnico de la empresa adjudicataria al considerar que este era el lugar idóneo por las dificultades de orografía del terreno, mientras el PP denunció que era una cesión del Ejecutivo de Zapatero ante las presiones de Marruecos, al estimar que este país se ha apropiado de la llamada "tierra de nadie".
SIN AVALANCHAS
En cualquier caso, desde octubre de 2005 no se han vuelto a registrar avalanchas, después de que se aumentara la altura de la doble valla de tres a seis metros, por la presencia inicial del Ejército entre las dos vallas, que se retiró después de que la ciudad estuviera dos meses sin intentos de entradas masivas de subsaharianos y por la mayor cooperación de las fuerzas de seguridad marroquíes.
El único incidente desde la crisis del verano se produjo hace un par de meses, cuando una docena de inmigrantes logró entrar a Melilla por una zona situada en un arroyo, en la que la valla está situada a un metro y medio de altura, y que ha originado también que el Gobierno refuerce estos puntos débiles.
Sin embargo, la entrada de extranjeros se sigue produciendo por otros cauces, especialmente ocultos en vehículos y camiones a través de los puestos fronterizos terrestres con Marruecos y a través de embarcaciones, en su mayoría de origen asiático, lo que sigue provocando que el Centro de Estancia Temporal (CETI) acoja a 800 personas, prácticamente el doble de su capacidad.