El Gobierno no ha ascendido a los dos soldados muertos en Afganistán y sí a todos los asesinados por ETA y en Irak

Actualizado: domingo, 11 marzo 2007 12:10

MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno que preside José Luis Rodríguez Zapatero no ha concedido el ascenso de empleo con carácter honorífico y a título póstumo a las dos últimas bajas de las Fuerzas Armadas españolas en Afganistán, los soldados Jorge Arnaldo Hernández Seminario e Idoia Rodríguez Buján, fallecidos en julio de 2006 y en febrero de 2007 en sendos atentados terroristas perpetrados contra sus convoyes con minas anticarro.

El Ejecutivo sí concedió este ascenso honorífico en marzo de 2005 a los más de cien militares que a lo largo de la historia española reciente fallecieron en diferentes atentados terroristas cometidos en España y en Irak, durante la presencia de las tropas españolas.

Tanto Hernández Seminario como Rodríguez Buján perdieron la vida en circunstancias similares, en un atentado terrorista perpetrado con una mina anticarro que alcanzó su vehículo blindado cuando volvía a transitar por el mismo camino que había completado anteriormente.

Ambos fueron condecorados con la cruz al mérito militar con distintivo amarillo y con el distintivo de mérito en operaciones de mantenimiento de la paz y se les concedió una indemnización de 140.000 euros en aplicación del Real Decreto de indemnizaciones a los participantes en operaciones internacionales de paz y seguridad, aprobado por el Gobierno en noviembre de 2004.

Un portavoz del Ministerio de Defensa consultado por Europa Press no aclaró si el Departamento tiene previsto o no iniciar el procedimiento para conceder el ascenso honorífico a los dos últimos soldados fallecidos por atentado terrorista en Afganistán.

En el caso de los 62 militares muertos en mayo de 2003 en el accidente del Yakovlev 42, Alonso ha ordenado iniciar la tramitación para su ascenso a título póstumo (41 víctimas eran militares del Ejército de Tierra, 20 del Ejército del Aire y un comandante de la Guardia Civil), según confirmó el citado portavoz.

Mediante un Real Decreto firmado el 22 de marzo de 2005 por el entonces titular de Defensa, José Bono, el Ejecutivo decidió conceder el ascenso honorífico a título póstumo a todos los militares muertos por las acciones terroristas de ETA, el GRAPO (Grupo Revolucionario Antifascista Primero de Octubre) y el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota) y a los militares fallecidos en atentado terrorista en Irak.

Así, el Gobierno reconoció a todas las víctimas del terrorismo etarra y de otros grupos y a los militares abatidos por insurgentes en Irak, tanto a los siete militares adscritos al CNI que perdieron la vida en una emboscada, como al capitán de Navío Manuel Martín Oar, que falleció tras el atentado contra la sede de Naciones Unidas en Bagdad, y al sargento primero del Ejército del Aire José Antonio Bernal, adscrito al Centro Nacional de Inteligencia y agregado a la Embajada española en la capital iraquí, que murió de un disparo en la cabeza cuando intentaba huir de varios hombres que se presentaron en su casa en la capital iraquí.

En su decreto, el Ejecutivo justificaba la decisión de ascenderles de rango tras su muerte, adoptada por el ministro Bono, por "el deseo de honrar la memoria de los militares y guardias civiles que fueron asesinados en atentado terrorista". El ascenso de empleo otorgado a título póstumo con carácter honorífico no implica ningún incremento en las pensiones que perciben los herederos de las víctimas.