El Gobierno no entiende la decisión sobre Parot como "alivio político" sino como el ejercicio del Estado de Derecho

Dice que el Gobierno respeta a las víctimas, pero no puede dejar de explorar las posibilidades de paz como han hecho otros gobiernos

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 21 febrero 2006 13:02

MADRID, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno "no entiende" como un "alivio político" la decisión del Tribunal Supremo para evitar que el etarra Henri Parot y otros terroristas juzgados con el Código Penal de 1973 puedan salir de prisión antes de cumplir el máximo de 30 años, sino que lo entiende como el "ejercicio del Estado de derecho".

Así lo expresó el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, en las que indicó que la decisión del Supremo se basa en "el respeto a la legalidad existente", por lo que el Ejecutivo está satisfecho al ver que los estamentos judiciales cumplen con su autoridad.

Además, la satisfacción del Gobierno también es fruto de que considera que el poder judicial, en este caso concreto, ha "permitido adecuar (...) lo que es la sensibilidad social, el momento en que nos encontramos, a una interpretación por la cual un terrorista no pueda ser beneficiario de descuentos penitenciarios, sino que hasta que no tenga objetivamente una voluntad de no reincidir en el motivo por el cual fue condenado, esos beneficios no le lleguen".

"Eso es lo que de verdad ha hecho el Tribunal Supremo y no lo que he escuchado por parte de algún representante del Partido Popular, que parece que ha sido ese partido el que ha influido en el Tribunal Supremo y la mejor forma de respetar a los jueces es dejar que decidan libremente", añadió.

EL EXTREMISMO DEL PP

Moraleda denunció por otra parte la "actitud tan extremista" del Partido Popular porque, entre otras cosas, se aleja, bajo su punto de vista, de las aspiraciones de los 10 millones de votantes que le secundan. Según el secretario de Estado, "la inmensa mayoría de votantes del Partido Popular aspira a un país sin terrorismo, en paz". Además, añadió que "esa aspiración no puede verse frustrada porque los extremistas le den más importancia hoy a desgastar al Gobierno que a conseguir un futuro y un país en paz".

Moraleda manifestó su deseo de que el Partido Popular "se aleje de la ansiedad que le provocó en su momento perder democráticamente las elecciones para recuperar lo que siempre ha dado enormes frutos a este país, que es la moderación". Según Moraleda, "los grandes acuerdos sólo se consiguen con líderes moderados" y según él, el líder del PP, Mariano Rajoy, se está convirtiendo en un "líder extremista" en materia antiterrorista.

RESPETAR A LAS VICTIMAS, PERO SIN DEJAR DE EXPLORAR LAS VIAS DE PAZ

Con respecto a las víctimas del terrorismo, Moraleda aseguró que el Ejecutivo "va a respetar siempre" sus opiniones, pero advirtió de que "no puede dejar de acometer el interés general, de explorar las posibilidades de paz", como han hecho los anteriores Gobiernos, incluido el del ex presidente José María Aznar.

"Si en aquel momento el señor Aznar recibió el apoyo del Partido Socialista siendo oposición (...) la pregunta es por qué ahora el Partido Popular no hace lo mismo", declaró.

EL GOBIERNO NO ESPERABA COMUNICADO DE ETA

Según Moraleda, el Gobierno no estaba esperando un comunicado de ETA para el pasado fin de semana y reiteró que "el Gobierno sólo espera un comunicado: el del anuncio del fin de la violencia". "Ese es el principio", apostilló. "Cuando esto se produzca, el Gobierno, a través de su presidente, (...) volverá al Parlamento y será el primer presidente de la democracia que lo haga para desde el Parlamento, para establecer las pautas y los canales que deben llevarnos a un proceso de paz, que creo que es una aspiración de toda la sociedad española, no sólo de la que votó en su momento al partido socialista sino también, y esto es muy importante, de la que votó al PP". ES MALO QUE UNA PARTE DEFIENDA EL ESTATUTO Y OTRA LO CRITIQUE El secretario de Estado también se refirió al nuevo Estatuto de Cataluña, que está en tramitación en el Parlamento. En su opinión, uno de los retos del actual Ejecutivo es "afrontar la culminación del proyecto autónomico" de España ya que hace 25 años, cuando se desarrolló el Estado de las Autonomías, España no formaba parte de la UE, ni había avanzado en políticas de desarrollo de las CC.AA. y que han provocado un "enorme" aumento del bienestar y la cohesión social en España.

"Esa --argumentó-- es la discusión del Estatuto de Cataluña, que tiene que verse no sólo como una mejora del autogobierno catalán, sino como el comienzo de una nueva era de reforma autonómica que sólo persigue y conseguirá el beneficio del conjunto de los ciudadanos".

Preguntado si la manifestación del sábado en barcelona obliga más al Gobierno a atraer a ERC al acuerdo sobre el Estatuto, contestó que "el Gobierno se siente obligado a que el acuerdo sobre el Estatuto sea lo más amplio posible, sea un acuerdo de unanimidad, no un acuerdo donde una parte lo critique y otra parte lo defienda".

"Creo que esto es malo para la sociedad catalana, es una reflexión que debe producirse dentro del ámbito de los partidos políticos catalanes, pero el Gobierno sigue teniendo la puerta abierta para que ERC participe y para que dé el visto bueno al Estatuto porque significa, en primer lugar, un cambio histórico para Cataluña y segundo, porque será un Estatuto que no se verá sustancialmente modificado durante los próximos 15 a 20 años".

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