MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El consejero vasco de Interior, Javier Balza, pidió hoy "prudencia" y confianza en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero porque existen "unas expectativas abiertas" para la paz a pesar de que los últimos atentados de ETA no constituyen una "buena señal" porque ponen de manifiesto "que se recrudece la violencia".
En declaraciones a la cadena Ser recogidas por Europa Press, Balza alertó de que "en 48 horas ha habido dos atentados" y de que esta mañana había "una amenaza de bomba con aspectos creíbles en unas obras en el metro" de Bilbao. Por eso, el consejero tildó de "inadmisible" el "recrudecimiento" de la campaña de atentados por parte de la banda y "el mantenimiento de las acciones violentas" para intentar "influir en las decisiones de los partidos políticos". Balza insistió en que éste no es "el buen camino", por lo que recomendó que se reconduzca "rápidamente".
No obstante, recomendó "mantener el apoyo a través de la resolución que se hizo en el Congreso para buscar si hay posibilidades de un fin dialogado de la violencia", al tiempo que se emplean todos los esfuerzos para "detener a quienes" quiebran la seguridad. En este sentido, dijo que el departamento vasco de Interior está "volcado" en intentar "detener a los terroristas que con sus actuaciones están rompiendo la convivencia en este país" porque, según él, "el fin de todo terrorista es acabar delante de un juez".
COMANDOS EN EUSKADI Y EL RESTO DE ESPAÑA
Por otra parte, Balza indicó que su departamento no tiene "duda de que ETA tiene varios comandos operativos en Euskadi y probablemente fuera de Euskadi también", como "demuestra la secuela de atentados" de los últimos meses.
Sin afirmar explícitamente que la existencia de comandos de ETA en Euskadi quiere decir que se ha reforzado, Balza reconoció que la banda "ha sido capaz de establecer líneas dentro del Estado, y en Euskadi, desde luego, que hace unos meses no tenía". Balza advirtió que antes "los atentados" de ETA eran "muy espaciados en el tiempo".
Según Balza, en estos momentos ETA "es consciente de que se le ha acabado el tiempo, de que la evolución de la sociedad vasca es radical en este tema", en no admitir "en absoluto el control de la violencia para controlar la vida política y social". "Por lo tanto ETA sabe que tiene que tomar la decisión de abandonar la violencia", insistió y añadió que su departamento no baraja la hipótesis de que haya "grandes discrepancias dentro de la organización" y se pueda producir una escisión como pasó con el IRA Auténtico.
NEGOCIACIÓN CON LA BANDA
Preguntado sobre de qué se podría hablar con ETA si ésta anuncia su intención de abandonar las armas, consideró que no se podría hacer con ella un "trabajo político", es decir, nada de tratar con ella el derecho de autodeterminación ni nada relativo con el futuro del País Vasco, sino que deberían acordarse las cuestiones "técnicas" para la entrega de armas y se podrían debatir cambios en la política penitenciaria. Según el consejero, las cuestiones políticas las tienen que abordar los partidos en ausencia de violencia.
Por otro lado, pidió al Partido Popular que abandone la crisis "absoluta y permanente" a la que quiere conducir, según él, la convivencia y subrayó que "hay que creer que todos los intentos de explorar vías de terminar con ETA (...) son honrados". A los 'populares' les recordó que, bajo su punto de vista, "nadie se ha portado con el Partido Popular como el Partido Popular se está por tanto ahora con el Gobierno vasco y el presidente Zapatero". No obstante, precisó que el PP le está haciendo ahora al PSOE "lo que el PSOE y el PP hicieron al Gobierno vasco cuando" intentó explorar a través de Lizarra el fin de la violencia.
