VITORIA, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del Gobierno vasco, Miren Azkarate, aseguró hoy que el caso de Montenegro demuestra que en Europa "es posible resolver un problema dando la palabra al pueblo" y afirmó que la capacidad de decisión de un pueblo "es un derecho y no una reivindicación partidista". Además, pidió al representante para la Política Exterior y de Seguridad de la UE, Javier Solana, y al PSOE que digan claramente que no van a permitir un referéndum, pero "que no descalifiquen".
Azkarate hizo estas declaraciones hoy en Vitoria, en la rueda de prensa habitual de los martes en la que dio cuenta de los asuntos tratados en el Consejo de Gobierno.
En referencia a las declaraciones efectuadas por Javier Solana, al afirmar que "cualquier comparación entre Montenegro y el País Vasco raya en el delirium tremens", la representante del Ejecutivo vasco aseguró que Solana "no ha dicho la verdad".
"Se nos ha dicho en más de una ocasión que en Europa no se celebran consultas para decidir el futuro, y ahí está Montenegro, y en todo caso que no ocurre en la UE, y ahí está el caso de Irlanda", dijo, para añadir que "son posibles muchas más cosas de las que se nos dicen".
Tras poner como ejemplo el referéndum sobre la Constitución Española, en 1978, que registró una participación del 45% en Euskadi, dijo que esta consulta "no se cuestionaron porcentajes de participación ni votos por el sí", y añadió que en el de la Constitución Europea "la participación fue más baja todavía y el sí fue como fue".
"Tampoco hemos hablado sobre qué porcentaje de participación legitima determinadas adhesiones y de cómo se puede dar por válida una consulta, pero este gobierno está plenamente convencido de que en el seno de la UE los ciudadanos europeos sí pueden decidir democráticamente cómo va a ser su futuro", aseguró.
En este sentido, advirtió de que, si Solana o el PSOE "piensan que eso no debe ser así, que digan claramente a los ciudadanos que van a cerrar esa puerta" y que "no quieren dar esa posibilidad a la sociedad vasca, pero que no descalifiquen utilizando términos como estos".
"La realidad se impone, suele ser tozuda, y más allá del nerviosismo que pueda generar en determinadas formaciones y líderes políticas, la realidad es terca y se impone con tozudez. Y la UE, si tiene que servir para algo es, entre otras cosas, para demostrar que los problemas y los conflictos se resuelven democráticamente y dando la palabra a las sociedades", manifestó.
SIN COMPARACIONES
Asimismo, indicó que el Gobierno vasco "no ha hecho nunca una comparación entre Euskadi y Montenegro, y tampoco lo va a hacer ahora", y añadió que "las comparaciones las hacen quienes no tienen otro argumento que aportar al hecho de que, en el corazón de Europa y avalado por la UE, los ciudadanos de un país hayan tenido la oportunidad de decidir democráticamente su futuro político".
En este sentido, dijo que no le corresponde al Ejecutivo de Euskadi hacer ninguna valoración del resultado de la consulta "ni decir si el resultado es mejor o peor para los ciudadanos". "El resultado actual, como si hubiese sido el contrario, sólo merece una posición: respeto por la decisión que los ciudadanos toman democráticamente".
En su opinión, con esta consulta, lo que se ha demostrado es que "un problema de índole democrática se debe resolver de forma democrática" y que "en Europa es posible resolver un problema dando la palabra al pueblo para que, democráticamente, exprese su opinión".
"Se ha demostrado también que la capacidad para decidir el futuro político de un pueblo o de un país es un derecho y, de ninguna forma, es una posición o reivindicación partidista", además de que "el respeto a las decisiones democráticas de la sociedad es un signo de normalidad que afianza y consolida las instituciones democráticas de la propia UE".
Preguntada sobre si el Gobierno vasco considera adecuado el procedimiento de los porcentajes, la portavoz subrayó "la importancia de que se haya dado al pueblo la oportunidad de pronunciarse sobre cómo quiere que sea su futuro" y de "haber podido pactar con la UE qué porcentajes eran necesarios".
"No queremos equiparar nada, sólo insistimos en la posibilidad perfecta que existe hoy en la UE para que una sociedad sea consultada democráticamente sobre cómo quiere su futuro", reiteró la también consejera de Cultura, que consideró que sobre porcentajes "deberán hablar entre los partidos" con el fin de alcanzar los acuerdos correspondientes.
En este sentido, la portavoz indicó que las formaciones políticas deberán decidir "sobre porcentajes razonables de participación y de voto afirmativo" para refrendar "aquello que se se presente a la sociedad procedente de los futuros acuerdos políticos que queremos que sean lo más amplios e integradores posibles".