Gómez Bermúdez defiende que el yihadismo se persiga como un delito de lesa humanidad

El magistrado señala "la falsa guerra contra el terrorismo es el camino equivocado"

Europa Press Nacional
Actualizado: martes, 17 julio 2007 16:44

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, defendió hoy que el yihadismo se persiga como un delito de lesa humanidad en tanto en cuanto tiene el objetivo de hacer desaparecer la cultura occidental por un sistema político-religioso basado en la ley sharia, algo que, a su entender, es "totalmente imposible conseguir".

Gómez Bermúdez se expresó en estos términos en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense donde impartió una conferencia sobre 'Mecanismos de defensa de Estado de Derecho frente al terrorismo'. En ella, afirmó ser partidario de que los delitos de terrorismo perpetrados por organizaciones yihadistas sean considerados como crímenes contra la humanidad.

El juez instructor del sumario del 11-M argumentó que los ataques de los terroristas yihadistas pretenden sustituir la cultura occidental por un nuevo modelo basado en la ley sharia y, hacer desaparecer así los sistemas democráticos occidentales, una hipótesis que, a su juicio, es "totalmente imposible", motivo por el que, en su opinión, las sociedades occidentales "no debemos desbordar el fenómeno".

Gómez Bermúdez enfatizó en este sentido que es "posible acabar con el terrorismo", tanto local como internacional y que, para ello, es "clave" el que los Estados se esfuercen en conservar el sistema y los derechos democráticos para combatir el terrorismo. "Con todos los terrorismos se acaba, más tarde o más temprano, pero se acaba", recalcó.

El juez de la Audiencia Nacional insistió en que para poner fin al terrorismo "no es necesario rebasar las conquistas del Estado liberal", sino todo lo contrario, "haciendo uso de la ley sin llegar a restricciones en materia de libertades individuales". En este sentido, Gómez Bermúdez manifestó su enérgica oposición al término 'guerra contra el terrorismo'.

"HABLAR DE GUERRA ES UN ERROR"

En su opinión, dar el statuts de 'guerra' a los ataques terroristas es un "error" porque, en primer lugar, "legitima" la lucha de los terroristas. Afirmó que "hablar de guerra" es "darle el trabajo hecho a los terroristas" al hacer peligrar el sistema de libertades. Advirtió así del peligro de que el "pánico y la ansiedad" que provocan los atentados lleve a los ciudadanos a "aceptar limitaciones en sus derechos y libertades sin discusión".

"La falsa guerra contra el terrorismo es el camino equivocado", remarcó Gómez Bermúdez, para quien, en la lucha contra el terrorismo "sólo nos queda" la actuación de la justicia. Se mostró partidario además de que los medios de comunicación sustituyan términos bélicos para referirse al terrorismo de ETA como 'comandos' por grupos de ejecución, o miembros 'legales' por terroristas a sueldo.

A su entender, el origen del terrorismo en el siglo XX se encuentra en que Occidente "ha perdido el monopolio de la tecnología de armas de destrucción masiva" o, sin acceso a ésta, los terroristas "ingenian" formas para cometer atentados "a bajo coste". "La cuestión no es si habrá o no terrorismo en el futuro, sino de si seremos capaces de prevenirlos y de dar una respuesta adecuada", agregó.

Por otra parte, aplaudió el que los Estados europeos "estén despertando" al tratar de fomentar la colaboración entre países contra el terrorismo, dejando así, a su entender, "de mirar para otro lado" tras el atentado del 11-S. Afirmó que Europa ha logrado crear "instrumentos valiosísimos" en la lucha contra el terrorismo --"impulsados desde España"--, que, afirmó, seguirá mejorando.

En cuanto a la política interna, Gómez Bermúdez calificó de "modélico" el sistema español contra el terrorismo al tiempo que elogió la labor de los servicios de inteligencia españoles, "en ocasiones, poco valorada". Resaltó así la importancia de ésta contra un terrorismo internacional que deja, a veces, "pruebas escasas e indirectas" que exigen "especialización".

Por último, preguntado qué le ha acarreado personalmente presidir el tribunal que enjuicia los atentados del 11 de marzo en Madrid, Gómez Bermúdez respondió: "No me ha cambiado la vida, porque me ha permitido ver con toda su crudeza, y tristeza, las cosas increíbles que es capaz de hacer el ser humano y, además, es un orgullo personal y un privilegio estar al frente del juicio del 11-M".

"Desde ese punto de vista, es una oportunidad única", señaló el juez de la Audiencia Nacional para concluir acto seguido que, en todo caso, se trata de "algo eventual" y, "porque la fama es transitoria", tras emitirse la sentencia "seguirá trabajando y sirviendo a los ciudadanos como antes del juicio".

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