Achaca a "un desahogo" las amenazas de Urkullu pero insiste en que el PSOE puede apoyarse un día en unos y otro día en otros
MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Comisión Constitucional, el socialista Alfonso Guerra, dijo entender "el dolor" que, a su juicio, debe estar sintiendo el PNV ante la posibilidad de perder "el control" en el País Vasco tras los comicios del domingo, pero en cualquier caso restó importancia a que la investidura de Patxi López como lehendakari vaya a afectar a la aritmética parlamentaria del PSOE en el Congreso. "169 diputados son muchos votos", resaltó.
En declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja, Guerra tiró esta tarde de ironía para valorar los resultados de las elecciones vascas al asegurar que comprende que un partido que ha gobernado Euskadi durante casi 30 años "y que controla, en cierta medida, hasta las últimas terminales de las últimas decisiones que se adoptan en su demarcación", tiene que sentir "un dolor fuerte al perder todo ese control".
No obstante, rechazó "las salidas de tono" realizadas últimamente por el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, sugiriendo que la hipotética llegada de López a la Lehendakaritza supondría "un golpe institucional". "Es difícil de soportar" este tipo de declaraciones, apuntó, máxime cuando se comprueba que, siguiendo ese mismo razonamiento de los nacionalistas, se descubre que el PNV "ha dado golpes institucionales en las dos diputaciones en las que gobierna".
CONTRADICCIÓN "INSALVABLE"
En su opinión, atenerse a esa consideración de los nacionalistas vascos supone "una contradicción insalvable". "No puede acusarse de un golpe institucional a aquellos que hacen exactamente lo que han hecho en dos diputaciones provinciales --sostuvo--. No tiene sentido".
En cualquier caso, el ex vicepresidente socialista cree que las palabras de Urkullu y de los dirigentes del PNV suponen "un desahogo" puesto que, según sus palabras, los nacionalistas han creado una "especie de esfera reticular" durante tantos años y ahora "les tiene que costar mucho dolor perderlo".
En todo caso, Guerra cree que después de haberse creado durante este último año una expectativa de cambio en la sociedad vasca, ahora "nadie puede desdecirse de lo que ha venido diciendo: ni el PSE de presentar un candidato a lehendakari, ni el PP de apoyar un aspirante que no sea nacionalista". "Están todos obligados a responder a esas expectativas que se han creado en la sociedad vasca, que piensa que es inevitable la alternancia", remachó.
"PRÁCTICAMENTE LA MAYORÍA ABSOLUTA"
Preguntado sobre las consecuencias que para el Gobierno podría tener la posibilidad de que el PNV retire su apoyo parlamentario al Gobierno en el caso de que López se convierta en lehendakari, Guerra respondió que 169 diputados son "muchos votos".
"No creo que las elucubraciones que se hacen sistemáticamente sean mecánicas, habrá otros procedimientos, pero 169 es prácticamente la mayoría absoluta de la Cámara", insistió. "Un día puede estar dispuesto al apoyo un grupo y otro día otro, pero no creo que eso sea el problema que marque las decisiones que se adopten en el País Vasco", apostilló.
