El hermano del suicida Kounjaa relata que éste le dijo horas antes de la explosión de Leganés que "iba a ver a Dios"

Europa Press Nacional
Actualizado: lunes, 9 abril 2007 15:58

MADRID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El hermano de uno de los terroristas islamistas que se suicidaron el 3 de abril de 2004 en Leganés, Abdenabi Kounjaa, Abdelkader, indicó hoy ante el tribunal que éste le llamó esa jornada para decirle que "iba a ver a Dios" porque estaba "rodeado por la policía" y "por helicópteros". "Si va a ver a Dios entonces va a morir", interpretó el testigo las palabras de su familiar.

El testigo indicó que intentó convencerle de que fuera a su casa para que hablaran tranquilamente y que le dijo que "no se atreviera a hacer eso". "No entiendo como ha llegado a esto", indicó y añadió que "todo el mundo le quería". La última vez que le vio fue en Algeciras, donde trabajaban juntos, en Navidades de 2003,

Abdelkader Kounjaa explicó que recibió una llamada anterior de su hermano, alrededor del 19 de marzo de 2004, en la que Abdenabi le pidió que enviara un dinero que le debía de ese trabajo conjunto a su mujer. "Me dijo que estaba en Asturias y tenía trabajo", agregó.

"Supe que estaba implicado porque lo vi por la tele", relató el testigo que explicó la policía le llamó el mismo día en que vio su imagen por la televisión para pedirle que se trasladara a Madrid. Poco después de hablar con las fuerzas de seguridad su hermano se comunicó con él por segunda vez en ese año, aproximadamente a la hora de comer, horas antes de la explosión en la que murió junto a otros seis implicados en los atentados del 11 de marzo en la vivienda de la calle Carmen Martín Gaite.

El testigo describió que tras la llamada de despedida se dirigió junto a la policía a los alrededores de esta calle y que se encontraba en el exterior de la vivienda cuando se produjo la explosión.

"OTRA GENTE ESTÁ DETRÁS"

"Yo creo que otra gente está detrás, mi hermano no es capaz, ni siquiera puede levantar una gallina por encima del muslo", indicó Abdelkader que explicó que Kounjaa conocía a otras tres de las personas que murieron en Leganés, con las que había trabajado, los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha y Rifaat Anouar.

No obstante, a pesar de reconocer el nombre de Saed como uno de los amigos de Kounjaa dijo no acordarse de los apellidos del acusado El Harrak, en cuya bolsa de trabajo se localizó un manuscrito en el que el suicida se despedía de sus familiares.

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