El hijo de Múgica reconoce a "Txapote" como "el asesino" de su padre y desea que "se muera en la cárcel"

Europa Press Nacional
Actualizado: jueves, 20 julio 2006 18:27

MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -

José María Múgica, uno de los tres hijos del abogado y dirigente socialista Fernando Múgica, asesinado por ETA el 6 de febrero de 1996 en San Sebastián, reconoció hoy "sin ningún género de duda" a Francisco Javier García Gaztelu, "Txapote", como "el asesino" de su padre", a quien deseó que "se muera en la cárcel" durante el primer día de juicio que se sigue contra el dirigente etarra en la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia Nacional por la muerte de Múgica.

Múgica declaró como testigo en la sesión, ya que el día del atentado presenció el asesinato de su padre, después de que "Txapote" le disparase por la espalda a escasa distancia. Un disparó que tanto Múgica como su mujer pudieron escuchar desde la otra acera en la que ambos se encontraban. "Escuche una deflagración que venía de la otra acera y al volverme vi a mi padre tendido en el suelo. Las personas huyeron. Las vi pasar a un metro de mí y el impulso me llevó a ir detrás de ellos", relató.

Preguntado por el fiscal jefe de esta sede judicial, Javier Zaragoza, el hijo del que fuera presidente del PSOE en Guipúzcoa afirmó que el "reconocimiento de los asesinos" de su padre "es inequívoco e imborrable" y aseguró que "aunque pasen más de mil años, esos rostros" los tendrá siempre en su memoria. Los otros dos hijos del abogado estuvieron también presentes en la sala, al igual que su viuda y sus sobrinos.

También acompañó a la familia una nutrida representación de los socialistas vascos, entre los que destacaba el ex secretario general del PSE-PSOE, Nicolás Redondo Terneros, el portavoz socialista en la Comisión Constitucional, Ramón Jauregui, el socialista Txiki Benegas y la presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua, entre otras.

Al igual que hiciese en el juicio por el asesinato de los concejales populares José Luis Caso y Miguel Ángel Blanco, García Gaztelu se mantuvo indiferente hacia todo lo que ocurrió en la vista oral, salvo cuando su compañera sentimental y también miembro de ETA, Irantzu Gallestegi Sodupe, "Amaia", entró en la sala para declarar como testigo.

Al inicio del juicio, el histórico militante de ETA se limitó a afirmar que: "No reconozco la legitimidad del tribunal ni para juzgarle a mí ni a otros presos vascos que luchan por Euskadi. No tengo intención de participar en este círculo mediático". Ante la respuesta del presidente del tribunal, Alfonso Guevara, de hacer "caso omiso a sus palabras", García Gaztelu insistió: "Ya he dicho todo lo que tenía que decir".

AMAIA, DELITO DE DESOBEDIENCIA

Por su parte, Gallastegi mantuvo la misma línea que mostró en los anteriores juicios en los que ha sido juzgada, aunque en esta ocasión su comportamiento chulesco en calidad de testigo le podría suponer una nueva condena. Guevara dedujo testimonio contra ella por un presunto delito de desobediencia grave al tribunal al negarse a contestar a sus preguntas. Fuentes fiscales señalaron que en el caso de que sea condenada por este delito, la pena podría ser de hasta tres años, una vez cumplida la ya impuesta por otros hechos.

El presidente de la Sección Tercera de lo Penal tomó esta decisión después de que "Amaia" se negará a contestar tanto a su preguntas como a las del fiscal. Nada más entrar en la sala, Gallastegi dijo: "Este tribunal no tiene legitimidad". Guevara la interrumpió y la advirtió de que si no contestaba a las preguntas, le obligaría a hacer lo que no quería. "Usted está sometida al respeto al tribunal, se lo advierto para que vayamos bien encaminados", la espetó.

Después de mandarla callar en varias ocasiones, "Amaia" manifestó que "Txapote" es su "compañero de lucha y padre de su hijo". Acto seguido, aseveró: "No voy a contestar a nada más". "Usted tiene la obligación de contestar", insistió el fiscal, quien pide para Gaztelu una condena de 72 años de cárcel por asesinato, dos delitos de atentado en grado de tentativa, robo con violencia e intimidación y falsedad de placas de matrícula.

La defensa de Gaztelu replicó al tribunal que "la ley permite al testigo no contestar cuando la respuesta pueda afectar a su pareja". Sin embargo, Guevara consideró esta apreciación "impertinente", al estimar que la defensa "no puede utilizar las palabras de una testigo para deslegitimar al tribunal, aunque aseguró que están "acostumbrados a estas alegaciones impertinentes".

"NO LO RECUERDO"

El miembro de ETA Valentín Lasarte, condenado por el asesinato de Múgica, compareció también como testigo, al igual que el etarra también condenado por estos hechos Juan Luis Aguirre Lete, "Insunza". Pese a reconocer su militancia en la organización terrorista y su integración en el "comando Donosti", Lasarte sostuvo durante toda su testifical que no recordaba su participación en el asesinato del dirigente socialista.

"No recuerdo si participé en el asesinato porque he participado en numerosas acciones y no recuerdo cosas concretas", declaró el etarra, quien afirmó que la declaración que efectuó tras ser detenido la realizó bajo torturas. Preguntado por el decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Martí Mingarro, sobre si "es importante acordarse de cuando uno mata alguien", Lasarte sostuvo que "podría ser, pero no recuerdo los detalles".

Mingarro, que ejerce una de las acusaciones populares personadas en el sumario, le preguntó a continuación; ¿A cuántas personas ha matado usted?. Sin embargo, Guevara consideró "impertinente" esta pregunta. Ante la falta de memoria del condenado, Zaragoza solicitó la lectura de su declaración en sede judicial, en la que reconocía su participación en los hechos y cómo Aguirre Lete les dio instrucciones para cometer el atentado contra Múgica, que había sido fijado por la dirección de la banda armada.

"JAMÁS DI LA ORDEN"

Por su parte, Aguirre Lete mantuvo ante el tribunal que "jamás" dio "instrucciones a nadie", ya que, según dijo, "nunca he tenido ninguna potestad sobre nadie". Asimismo, insistió a preguntas del fiscal que no ha formado parte de la dirección de la organización terrorista, aunque reconoció ser militante de base.

En este sentido, Aguirre Lete, quien aseguró ignorar si José Javier Arizcuren Ruiz, "Kantauri", diese las órdenes para matar a Múgica, explicó que su condición como militante de base no le daba "ninguna facultad de mando por encima de otras personas". Preguntado por Zaragoza sobre cuándo entró a formar parte de ETA, éste se negó a contestar, aunque momentos después aseguró que lo hizo en 1985. Seguidamente, el fiscal le preguntó cómo no tenía facultad de ordenar después de haber entrado hacia tanto tiempo.

En el juicio, que concluirá mañana, declararon como testigos varios ertzainas que intervinieron en diferentes diligencias tras el atentado. También compareció el propietario del vehículo que fue robado por los integrantes del "comando Donosti" para huir de una patrulla de la Ertzaintza que les estaba persiguiendo. El testigo relató que tuvo una colisión con otro coche que circulaba a gran velocidad y se bajó para increpar a su conductor.

Sin embargo, los ocupantes bajaron del vehículo, le amenazaron con una subfusil y le robaron el coche. El propietario aseguró ante el tribunal que podría identificar a los ocupantes del coche y Guevara le dijo entonces que volviese la cabeza hacia la cabina blindada en la que se encontraba "Txapote" para reconocerle. Así lo hizo y le identificó, pese a la mirada desafiante que mantuvo el acusado.

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