MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Un ciudadano chino víctima de un asalto violento en su domicilio ha relatado este miércoles en el juicio celebrado contra los presuntos asaltantes cómo cuatro compatriotas entraron en su vivienda el 21 de enero de 2011 y se abalanzaron contra él y su mujer, a quien obligaron a desnudarse para hacerla fotos para obligarles a un denunciar.
"Nos maniataron, amordazaron y golpearon a punta de pistola", ha contado el hombre Wieyu L. y Jimin l. se han sentado en el banquillo de los acusados por delitos de robo con violencia e intimidación, detención ilegal, lesiones, amenazas y contra la integridad moral.
En la fase de conclusiones, el fiscal ha mantenido su solicitud de pena de dieciséis años y tres meses de cárcel al estimar acreditados los hechos. Por su parte, las defensas han reclamado la libre absolución al estimar que no hay pruebas contra sus clientes, impugnando los reconocimientos fotográficos.
El primero de los procesados ha negado su participación en los hechos, ya que estaba trabajando en Valencia. No obstante, ha admitido que no tenía documentos para acreditarlo, puesto que es ilegal. De igual modo, el otro acusado ha dicho que en el momento de los hechos estaba en Almería, donde residía y trabajaba.
Por su parte, la víctima ha recordado en su declaración los detalles de lo ocurrido la noche del asalto, cuando cuatro hombres de origen chino encapuchados entraron en su domicilio, portando armas y pistolas.
"Llegué a casa y entraron cuatro personas cuando fue abrir la puerta. Una de ellas iba con un cuchillo y el resto con armas con los rostros cubiertos con máscaras. Me maniataron. Uno me tiró al suelo. Y encerró a su familia en una habitación y me preguntaron por el dinero. Removieron la casa durante tres horas. Llevaron a mi esposa a una habitación y le sacaron fotos desnudas. Me dijeron que si denunciaba, publicarían la fotos en Internet", ha señalado y ha añadido que se acordaba de su cara, ya que se quitaron los pasamontañas.
Asimismo, ha indicado que los asaltantes le instaron a preparar 1.000 euros, ya que si no accedía secuestrarían a su hijo en el colegio y le amenazaron con hacer públicas unas fotos que hicieron a su mujer desnuda. El hombre ha señalado que nunca había sido extorsionado anteriormente y que después de los hechos, recibió amenazas durante varios días.
Por su parte, su mujer ha relatado que el asalto duró cerca de tres horas, en las que pudo ver el rostro de dos de los asaltantes. No obstante, la testigo ha reconocido que no podría identificarles con seguridad. Tanto ella como su marido han manifestado al tribunal su intención de volver a China en las próximas semanas con motivo de lo sucedido.
Uno de los agentes que se personó en el lugar ha contado que el matrimonio se encontraba muy nervioso cuando llegaron al domicilio. Además, ha indicado que las víctimas aseguraron entonces que reconocerían a los asaltantes, pero que no lo harían por miedo a las posibles represalias.
RELATO DE LOS HECHOS
Según el fiscal, los procesados, junto con otras dos personas, sobre las 23 horas, cuando la familia Chen regresaba a casa, se abalanzaron sobre ellos esgrimiendo una pistola, "los introdujeron en el domicilio, amordazaron y amenazaron con la intención de sonsacar donde se hallaban los objetos de valor".
Al no encontrar un botín, Jinmin L. se aproximó al padre y mostrándole la pistola le conminó a darle más dinero. Tras golpearle con la culata se dirigió a la criada, que tampoco supo decirles donde había más bienes de valor.
En un momento dado, y para evitar una agresión de Jinmin L. con el cuchillo, se cortó las falanges de la mano derecha. Vista la imposibilidad de hallar más dinero, Weiyu L. agarró a la esposa, la condujo al dormitorio, la desnudó, la sacó fotografías en posiciones claramente vejatorias para, a continuación, fotografiar también a los hijos vestidos.
Mostró las fotos al marido bajo la amenaza de colgarlas en Internet si no le daba 100.000 euros. Tras esto, y dejándolos atados, se marcharon. Durante varios días el padre de familia estuvo recibiendo llamadas telefónicas para recordarle que no había pagado.