El Ayuntamiento de Alcázar de San Juan solicita al Ministerio de Justicia un indulto para este hombre
CIUDAD REAL, (EUROPA PRESS)
El empresario de material de hostelería de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Constantino Briones, de 49 años de edad, condenado a tres años de prisión por pegar un puñetazo a otro hombre, al que rompió dos dientes, pidió hoy no entrar en prisión porque "me puedo volver loco".
Briones, en declaraciones a Europa Press, reconoció que no es inocente, aseguró que asume su responsabilidad, pero entendió que la pena que se le ha impuesto en desproporcionada en relación con los hechos que ocurrieron.
El incidente tuvo lugar en un bar de Alcázar de San Juan a principios del año 2000, cuando Briones se encontró con el otro hombre, con el que había tenido algún roce anterior, acabando el encuentro con el puñetazo propinado por Briones.
En primera instancia, un Juzgado de Alcázar de San Juan le condenó a ocho meses de prisión, pena que se elevó a dos años, cuando se vio un recurso presentado ante la Audiencia Provincial de Ciudad Real, con lo que, dado que carecía de antecedentes, no entraría en prisión.
A esta segunda resolución, la fiscal del caso presentó un nuevo recurso que tuvo como resultado la elevación de la pena en un año más, hasta completar los tres. Briones indicó que no entiende esta resolución y, pasado el tiempo, sólo se explica que, al llamarse Trinidad el agredido, haya habido una confusión y se haya pensado que, en realidad, se trataba de una mujer.
Briones, según la orden de ejecución de sentencia, tendría que haber entrado en prisión el pasado día 3 de mayo. Ahora está esperando a que se le notifique definitivamente, tras la petición de aclaración realizada por su abogado.
Mientras tanto, en las últimas semanas, Briones se ha dedicado a pedir ayuda a, entre otros, el Ayuntamiento de su localidad, y a dar a conocer su caso a través de los medios de comunicación.
INDULTO.
En este sentido, en la tarde de ayer, el Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, acordó por unanimidad de manera extraordinaria, ver la posibilidad de solicitar un indulto para este hombre, aunque existe el inconveniente de que un primer indulto ya fue desestimado hace ahora dos años.
En la moción, dirigida al Ministerio de Justicia, se destaca la función de reinserción que debe perseguir cualquier condena y se dice que, en este caso, "no parece cumplirse, porque más parece una venganza que una acción ejemplarizante".
A la espera de que la sentencia se cumpla o se pueda paralizar hasta que haya una resolución sobre el nuevo indulto, Briones esgrimió en su defensa su condición de hombre normal, casado, con tres hijos, trabajador, sin antecedentes y sin haber protagonizado ningún otro altercado en su vida, como ratifica un informe policial.
Seguro de que la cárcel no es el castigo que merece su acción y que su vida se verá perjudicada de manera sustantiva, Briones se ampara en el caso del factor de la estación de Chinchilla (Albacete), condenado a dos años por la muerte de 17 personas en un accidente de tren.
El juez, en su sentencia, explicó Briones, no consideró necesario su ingreso en prisión porque no resarciría a las familias de los fallecidos e influiría negativamente en su vida. Sin ánimo de comparación, Briones recordó que su delito, únicamente, es haberle dado un puñetazo a otro hombre.