El hombre que mató a su mujer a cuchilladas delante de su hijo de 6 años dice que no recuerda nada

LAS PALMAS 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Hoy comenzó el juicio con jurado contra Antonio Rosa Romero, que mató a su ex mujer, María José Hidalgo, a cuchilladas delante de su hijo, de 6 años, el 12 de diciembre de 2003. El acusado declaró no recordar nada pero sí saber "que algo malo había hecho" cuando se encontró con las manos llenas de sangre mientras conducía.

"Mis manos estaban ensangrentadas, tenía un fuerte dolor de cabeza, gran opresión en el pecho, los coches tocaban el claxon y fue como si de pronto abriera los ojos", dijo Antonio Rosa Romero al fiscal, que pide para el acusado 17 años y 6 meses de prisión y una indemnización de 100.000 euros para su hijo.

El acusado asestó 56 puñaladas a su ex mujer, y tras ir a su vivienda y hablar con su compañera sentimental, vecina de él, se entregó en el juzgado, donde dijo "creo que he matado a mi mujer". Desde entonces y hasta hoy, el acusado no ha querido realizar ninguna declaración, ni firmar ningún escrito judicial.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 18.00 horas del 12 de diciembre de 2003, cuando la víctima se disponía a entregarle su hijo a su padre, conforme al régimen de visitas establecido tras la separación de la pareja. El pequeño, cogido de la mano de su padre, recordó que no se había despedido de su madre y le pidió que le diera un beso. Ésta se acercó al niño, que seguía sujeto de su padre, y cuando se agachó para besarlo, el agresor sacó un cuchillo de cocina que llevaba escondido y comenzó a apuñalar a la mujer.

"Yo iba loco de contento porque iba a pasar el fin de semana con mi hijo, no recuerdo nada más, dijo Antonio Rosa cuando relató lo que ocurrió ese día.

El acusado, militar en la reserva, ha conseguido ser trasladado de la cárcel de Salto del Negro, en Gran Canaria, a la prisión militar de Alcalá de Henares, en Madrid, donde ha permanecido dos años y medio. Rosa afirmó no haber maltratado "nunca" a su ex mujer, y dijo que la relación se convirtió en "un suplicio" cuando ambos coincidieron en Barajas. "Yo regresaba de ver a mi madre enferma --relata--, de Córdoba, y ella se iba con un compañero del trabajo a Venecia". "Se produjeron situaciones vergonzosas por parte de ambos", dijo el acusado.

El abogado defensor, Javier Nart, pidió la absolución de su defendido o, como mucho, una pena de 8 años por homicidio, por considerar que el acusado sufrió un trastorno transitorio. Por su parte, la acusación particular y popular, ejercida por el Instituto Canario de la Mujer y los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, defendieron el asesinato, con alevosía y ensañamiento, por lo que piden que la pena de prisión sea de 25 años. En este sentido, la abogada de la acusación particular, Juana Rosa Domínguez Suárez, subrayó que el acusado no padece ninguna enfermedad mental ni sufrió ningún trastorno transitorio, y calificó de "artimaña" la intención de la defensa a este respecto. Asimismo, dijo que Antonio Rosa Romero "está mintiendo cuando dice que no recuerda nada