MÉRIDA 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El coordinador general de IU en Extremadura, Víctor Casco, expresó hoy el máximo respeto, en el plano personal, por la decisión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra de no volver a presentarse a las elecciones autonómicas, pero indicó que este anuncio supone el fin de un ciclo político de 23 años que calificó como "negativo" para el desarrollo de la comunidad autónoma.
Casco, en declaraciones a Europa Press, dijo en primer lugar que desde su formación dedican el "más absoluto respeto" por "una persona que ha anunciado que por razones de salud no quiere volver a presentarse a unas elecciones".
Sin embargo, al realizar una valoración política, dijo que el anuncio de Ibarra significa que se cierra un ciclo "dominado en los últimos 23 años por una figura mediática que ha condicionado el desarrollo de la región" y, aunque reconoció que en este año se han producido cambios en positivo para Extremadura, "no son suficientes para hacer un balance positivo del gobierno de Ibarra, sobre todo de los últimos años".
Dijo que este periodo se ha caracterizado en materia económica por "la concentración de capital de un sólo empresario, un complejo empresarial sin precedentes", que desde su formación política valoran "de manera muy negativa".
En el plano democrático, lo calificó por haber estado dominado por "el caciquismo, el clientelismo y el abuso de poder en demasiadas ocasiones, y la falta de respeto hacia la pluralidad política". En el apartado social, Casco reconoció que ha habido mejoras "en la vida cotidiana de los ciudadanos", aunque advirtió que aún hay que hacer frente a realidades en materia de dependencia, de salario social, consumo, que "nos alejan demasiado de la media nacional".
De cara al futuro, dijo que hay dos opciones. Por un lado, que se abra un nuevo ciclo "igual de malo, con los mismos tintes, con el mismo modelo económico y democrático, sin cambios", en el caso de que el modelo político de Ibarra continúa de la mano de un miembro de su actual ejecutivo. "Los candidatables que hay en el seno del partido socialista empezando por Fernández Vara", procuraría un modelo político que sería de "continuidad, con la misma Extremadura, el mismo método para gobernar, las mismas condiciones sociales y económicas".
Por otro lado, podría ocurrir que la ciudadanía decidiera "un ciclo distinto", al que IU aspira "poniendo sobre la mesa un programa político que suponga mejoras concretas para los ciudadanos y un cambio sustancial en la forma de entender, gobernar y de estar esta región".
FACTURA ELECTORAL
Casco consideró que la ausencia de Ibarra como cabeza de la lista socialista pasará factura al PSOE de cara a las próximas elecciones autonómicas y municipales de 2007. En su opinión, la decisión de Ibarra afectará electoralmente a su partido por cuanto "durante 23 años se ha estado realizando una política muy personalista, donde todo giraba en torno al secretario general, donde no había voces discordantes, donde no había equipo colectivo en la Junta, donde todo depende de una persona, pues cuando esta persona se retira se produce una conmoción en un partido que depende del líder".
Además, se mostró seguro que Ibarra designara "a dedo" a su sustituto al frente del partido y candidato a las elecciones. En cuanto a sus pronósticos de quien sucederá a Ibarra al frente del PSOE extremeño, dijo que "me gustan todos por igual, absolutamente nada".
Además, consideró "obvio" que la retirada de Ibarra supondrá un cambió no solo en el seno del partido socialista, sino también en el conjunto del panorama político regional, en el que se prevé que se abran muchas incógnitas de cara al futuro, sobre todo teniendo en cuenta que el próximo año hay elecciones autonómicas.
Preguntado por los aspecto positivos de la gestión de Ibarra como presidente de la Junta, dijo que dada su juventud "he nacido y me he criado bajo el gobierno de Rodríguez Ibarra. Mis padres solo conocieron a Franco y yo solo he conocido a Ibarra".
En este sentido, añadió que "en todo este periodo -afirmó- no se ocurre nada especialmente positivo que se haya producido en los últimos años". Sin embargo, reconoció que se han producido mejoras económicas y sociales en Extremadura, pero advirtió que esto "no es siempre achacable al Gobierno regional ni al presidente de la Junta, sino a la propia evolución de Extremadura y al esfuerzo de los ciudadanos".
Por último, Casco se refirió al "giro bastante importante" que ha experimentado la política desarrollada por Ibarra en sus 23 años de gobierno. Así, recordó que comenzó con las "movilizaciones contra la central nuclear de Valdecaballeros, con un programa basado en el desarrollo sostenible, en la democracia, en el fin del caciquismo".
Sin embargo, dijo que el mandato de Ibarra concluye con el mismo "caciquismo y clientelismo", con el intento de implantar una refinería de petróleos, y que por tanto "ha traicionado buena parte de los ideales que le llevaron a gobernar en 1983.