VITORIA, 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, consideró hoy que no se puede construir la paz en el pueblo vasco sobre el olvido y manifestó que, "una cosa es pedir perdón y aceptar ese perdón, que es un camino que deberemos transitar en este país, y otra es olvidar".
"No se puede construir el futuro sobre el olvido del pasado, y eso es lo que tratamos de recordar hoy aquí", agregó, antes de añadir que "los niños de la guerra" van a pasar a ser "hombres y mujeres que van a ver la paz" en Euskadi.
El lehendakari hizo estas declaraciones hoy en el Palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, en el acto de homenaje que el Gobierno vasco rindió a los miles de niños que fueron evacuados con motivo de la Guerra Civil de 1936.
Tras agradecer a las familias y a países como Francia, Reino Unido o Bélgica la labor de acogida que realizaron, Ibarretxe tuvo una mención especial para quienes acompañaron a esos niños en el exilio. Asimismo, destacó el ejemplo que estos menores dieron "mirando hacia atrás, pero no inspirándose en la venganza o en el rencor", y dijo que "son un ejemplo también de lo que es construir sin olvidar, pero perdonando, sin rencor y sin venganza".
"En la sociedad vasca vivimos hoy una oportunidad maravillosa para construir la paz de manera definitiva. Vosotros y yo lo vamos a ver, y, por lo tanto, vais a pasar de ser niños de la guerra a ser hombres y mujeres que vamos a ver la paz en nuestro pueblo", añadió el lehendakari.
Además, advirtió de que "lo más importante que tiene una persona en esta vida es la dignidad de pedir perdón y también la de aceptarlo", y anunció que "ése es un camino que vamos a tener que hacer en el futuro en Euskadi".
"No podremos construir la paz en el pueblo vasco sobre el olvido. Una cosa es pedir perdón y aceptar ese perdón, que es un camino que deberemos transitar, y otra es olvidar. No se puede construir el futuro sobre el olvido del pasado, y eso es lo que tratamos de recordar hoy aquí", añadió.
Ibarretxe tuvo también un recuerdo para los inmigrantes que llegan a Canarias y se preguntó "qué habría sido de los niños de la guerra" si hubiesen carecido de papeles. A su juicio, "es de bien nacidos ser agradecidos" y reiteró que el agradecimiento a quienes acogieron a todos estos menores.
LAS GUERRAS
Tras el lehendakari intervino el representante de la asociación bilbaína de "Niños Evacuados en el 37", Enrique Urquijo, quien indicó que la lección que han obtenido de su experiencia es que "todas las guerras son nefastas y condenables porque recaen sobre los más débiles de la sociedad".
El historiador Gregorio Arriel, por su parte, manifestó que "han tenido que pasar 70 años para que se reavive la memoria de la guerra, que estaba solapada entre el miedo y el silencio", y añadió que "este movimiento puede tener repercusiones favorables para recuperar la memoria histórica" de estos niños.
Además, instó a "ampliar la resonancia emocional de aquellas expediciones" y a "proseguir con la reconstrucción histórica de nuestro peculiar pasado".
La portavoz de la asociación británica de "Niños Vascos del 37", Natalia Benjamín, por último, recordó que fueron 30.000 los menores evacuados con motivo de la guerra, de los cuales 4.000 se dirigieron a Reino Unido, y dijo que, a pesar del trauma la estancia en este país, resultó "un período feliz" para los niños. Asimismo, destacó el "coraje y la determinación" de estos jóvenes, que "fueron privados de una niñez normal con sus padres y familias".
Tras los discursos, los más de 400 asistentes, de los que sólo unos 200 fueron "niños de la guerra", disfrutaron de varias actuaciones así como de un lunch ofrecido en los jardines del palacio vitoriano. Al acto de homenaje asistieron también varios consejeros del Gobierno vasco, como Miren Azkarate, Tontxu Campos, Ana Aguirre, Esther Larrañaga, Gabriel Inclán y Javier Madrazo.