BILBAO, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se declaró hoy "militante de la economía del corazón" y aseguró que "un mercado sin valores no es un mercado, sino simplemente un rastro". Asimismo, citando a Martin Luther King, dijo que a la sociedad vasca, en su conjunto, le inspira la enseñanza del líder de la resistencia ante la discriminación racial de que "la paz es más preciosa que los diamantes, la plata o el oro".
En su intervención en la ceremonia de investidura como doctor honoris causa por la Universidad del País Vasco del premio Nobel de Economía de 2001, Joseph Stiglitz, el lehendakari destacó que el profesor Stiglitz, "con el rigor del físico", se ha rebelado contra las conclusiones de esos modelos que van contra la evidencia más clara, contra la idea de que no hay tal cosa como el desempleo, a pesar de la amarga experiencia de tantas personas, y contra la idea de que la estructura de financiación corporativa no importa, a pesar de que en Wall Street se vuelvan locos con ella".
Asimismo, recordó la lucha de Stiglitz "contra la idea de que el libre comercio siempre es la mejor opción, aún con desempleo y en economías no maduras, a pesar de los fracasos sonoros de tantos países en desarrollo y de los éxitos cosechados por otros que propugnaron políticas industriales activas", así como en contra de "tantas premisas de lo que ha etiquetado como un fundamentalismo de mercado".
Según aseguró, el profesor Stiglitz, con sus desarrollos de la Economía de la Información, "ha conseguido que hasta las personas que no somos de la academia seamos conscientes de la importancia de los incentivos y utilicemos e incorporemos conceptos como el azar moral y la selección adversa, a la hora de enfrentarnos a los problemas del día a día".
"HONORIS CAUSA"
Asimismo, Ibarretxe señaló que el nuevo doctor honoris causa por la UPV "ha mantenido con rigor su convicción de que cuando uno ha alcanzado posiciones de poder, las debe ver como oportunidades para impulsar el cambio social". En ese sentido, aseguró que "no merece la pena vivir en un mundo injusto, y este lo es, si no es para cambiarlo".
El lehendakari afirmó que "los hijos de la guerra fría, tenemos un corazón ardiente" y, recordando la marcha por los derechos civiles de 1963 en Washington, añadió que, "desde una enorme distancia en el tiempo y en el espacio, a mi también me ha conmovido escuchar el 'I have a dream...' del discurso de Martin Luther King y nunca he olvidado su enseñanza de que la paz es más preciosa que los diamantes, la plata o el oro, cosa que hoy, afortunadamente, nos inspira al conjunto sin excepción de la sociedad vasca".
Ibarretxe aseguró ser "militante de la economía del corazón" y manifestó que siempre ha luchado, en la medida de las posibilidades", "contra aquella vieja máxima que configuraba y resumía la política del Fondo Monetario Internacional durante tantos años, cuando decía ¿qué importa que las personas les vaya mal, si la economía va bien?".
Tras insistir en que un mercado sin valores "es simplemente un rastro", el lehendakari dijo que cuando ve el compromiso de Stiglitz "de investigar el diseño de políticas que combinen preocupación por la eficiencia económica con la justicia social", no puede más que expresar su "adhesión más entusiasta" y su deseo de que tenga tantos éxitos "como los cosechados hasta ahora".