Ibarretxe ve una "oportunidad cierta para la paz" y dice que los partidos se emplean a fondo para crear la mesa

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 27 octubre 2006 22:13

CÓRDOBA (ARGENTINA), 27 (EUROPA PRESS)

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, fue investido hoy doctor Honoris Causa por la Universidad de Córdoba (Argentina) donde destacó que hay una "oportunidad cierta" de lograr la paz y que se está en disposición de poner fin a la violencia y gestionar "creativamente" las diferencias políticas.

Asimismo, el lehendakari, tras señalar que, "por primera vez" se puede "afrontar con garantías el proceso de reconciliación y normalización política", indicó que los partidos políticos vascos se están "empleando a fondo" para poder constituir una mesa de partidos y finalmente poder llegar a un acuerdo para abordar el problema político, cuya solución, pasa, a su juicio, por el reconocimiento del derecho a decidir del pueblo vasco.

Ibarretxe realizó estas reflexiones en el discurso pronunciado tras ser investido doctor Honoris Causa por la Universidad de Córdoba. El acto, en el que también estuvieron presentes el secretario de Acción Exterior del Gobierno vasco, Iñaki Aguirre, y el consejero de Educación, Tontxu Campos, estuvo presidido por el rector de la Universidad, Jorge Horacio González, y contó con la asistencia de representantes del mundo académico de la ciudad y diversas autoridades.

El Consejo superior de esta universidad acordó el pasado 4 de julio otorgar esta distinción a Ibarretxe por sus méritos académicos, su larga trayectoria política y, principalmente, según destacó hoy el propio rector, por su "permanente y decidido trabajo en pos de la paz", que ha "propiciado" el anuncio del alto el fuego permanente.

RECONOCIMIENTO

En su discurso, el lehendakari agradeció el nombramiento y asumió la distinción como un reconocimiento a todo el pueblo vasco, una sociedad cuyo principal objetivo, según manifestó, es lograr la paz y, en este sentido, aseguró que existe en estos momentos "una oportunidad" para construirla, "normalizar políticamente el país alcanzando acuerdos políticos para convivir en el siglo XXI entre Euskadi y España y para lograr una sociedad reconciliada". "Tenemos una oportunidad cierta para conseguir la paz", insistió.

En su discurso, recordó las consecuencias que ha tenido la existencia de 40 años de "violencia política", con una actividad por parte de la organización terrorista ETA que ha provocado 859 muertos, miles de heridos y extorsionados. Además, según indicó, la violencia también ha generado "casi un millar de personas detenidas, asesinatos selectivos contra sus militantes por parte de grupos antiterroristas, el cierre de medios de comunicación, la prohibición de aquellos partidos que no condenan a ETA, así como denuncias de torturas por parte de organismos internacionales".

El lehendakari indicó que "afortunadamente el compromiso diario de no violencia" por parte de la inmensa mayoría de la ciudadanía vasca, ha sido "más poderosa" y, "fruto de esta marea humana", hoy "soplan vientos de paz". "En la actualidad, estamos en disposición de poner fin a la violencia y gestionar creativamente nuestras diferencias políticas", agregó Ibarretxe, quien señaló también que se "empleará" de lleno para lograr estos objetivos.

Aseguró que, después de "años de incomunicación y sufrimiento", se vive en la política vasca un "momento de oportunidades para la paz que no tiene precedentes en nuestra historia reciente". "Por primera vez podemos afrontar con garantías el proceso de reconciliación y normalización política, no sin dificultades y contradicciones, lo vemos cada día. La distensión y el diálogo se intentan abrir un hueco entre la ciudadanía y lo estamos haciendo", dijo Ibarretxe, quien insistió en que la "paz es posible" y que también es "posible" encontrar "soluciones imaginativas a problemas que se consideran intratables".

ALTO EL FUEGO

Ibarretxe se refirió también a los factores que propiciaron la decisión de ETA de decretar un alto el fuego, entre los que destacó, además, de la "presión" de la sociedad vasca, el escenario internacional abierto tras los atentados de Nueva York y, en el caso del Estado español, tras la "tragedia" de Madrid. El lehendakari declaró que, a partir del 11-M, ETA decidió no cometer atentados mortales "y se inició un periodo de conversaciones discretas autorizadas por el nuevo presidente, José Luis Rodríguez Zapatero".

Un último elemento fue, a juicio de Ibarretxe, el escenario abierto tras la aprobación en el Parlamento vasco del Nuevo Estatuto Político, que ha puesto sobre la mesa "los elementos centrales que deben ser incorporados a una solución duradera del conflicto vasco".

Ibarretxe indicó que el conflicto vasco incluye "dos problemas diferentes, con dos procesos de solución diferente" que, según manifestó, "no se deben confundir". Por un lado, destacó la violencia de ETA, que exige un "tratamiento diferenciado", con una mesa técnica entre la banda armada y el Gobierno central.

En relación al problema político, afirmó que su solución tiene como "protagonistas" al pueblo vasco y a los partidos políticos y ésta pasa por el "reconocimiento del derecho a decidir de la sociedad vasca, reivindicado por una inmensa mayoría del pueblo vasco".

Ibarretxe señaló que esta solución implica abordar en una mesa entre todos los partidos las causas que están "en el origen de un problema histórico de naturaleza política que afecta al pueblo vasco en su relación interna y externa con los Estados en los que se ubica".

DERECHO A DECIDIR

"Me refiero al reconocimiento y ejercicio del derecho a decidir nuestro propio futuro y al establecimiento de un marco de relaciones consensuado entre todos los territorios de Euskal Herria, si así lo queremos. Es preciso alcanzar un modelo de convivencia para el siglo XXI entre Euskadi y España basado en la libre adhesión y no en la imposición", explicó.

Ibarretxe también realizó un repaso por las distintas fases que se deben dar para solucionar el conflicto, la primera de ellas un diálogo multipartito en torno a una mesa en la que estén incluidas "todas las sensibilidades políticas y territoriales, sin exclusiones". El lehendakari destacó que previamente es necesario acordar entre todas las formaciones la metodología, los contenidos, los interlocutores, el proceso de toma de decisiones y el calendario porque, "sin estas garantías, la mesa puede ser un fracaso".

En este sentido, manifestó que, en estos momentos, los partidos políticos vascos se están "empleando a fondo" en relación a estas cuestiones claves. Ibarretxe añadió que una siguiente etapa será la de lograr un acuerdo de normalización política que contemple "el derecho a decidir del pueblo vasco y que exige, además, mayorías amplias". "Se debe perseguir como objetivo el máximo consenso posible, pero eso sí, no se puede aceptar el veto de nadie. Todos somos necesarios, nadie es imprescindible", agregó.

Tras la validación de este acuerdo en una consulta, según precisó Ibarretxe, se deberá abrir un proceso de negociación y pacto con el Estado español para "incorporar la voluntad democrática de la sociedad vasca en el ordenamiento jurídico, utilizando para ello las propias disposiciones de la Constitución española, que reconoce los derechos históricos del pueblo vasco en su Disposición Adicional Primera".

Ibarretxe destacó el "papel fundamental" que tiene la comunidad internacional y, sobre todo, la diáspora vasca para solucionar el conflicto vasco y, por tanto, indicó que su "apoyo y empuje" será clave. El lehendakari señaló que, en relación a la diáspora, que su ayuda dará "fuerzas para superar los momentos de dificultad que tenemos y van a seguir llegando". Por esta razón, afirmó que sería "necesario" intensificar sus mecanismos de participación en el proceso y abrir un "canal específico" para ello.

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