RABAT 11 Jul. (Del enviado especial de EUROPA PRESS, Antonio Rodríguez) -
El comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, Franco Frattini, recordó hoy a los países africanos que tienen la "obligación" de aceptar la readmisión de nacionales en situación irregular en base al artículo 13 de los Acuerdos de Cotonú que han firmado cada uno de ellos con la Unión Europea.
Frattini subrayó la necesidad de comenzar un diálogo entre europeos y africanos que sirva para una mejora de los vínculos entre migración y desarrollo, sobre todo, dando facilidades para la devolución de inmigrantes indocumentados, una mayor afluencia de remesas al continente africano y un descenso en la 'huida de cerebros' africanos hacia Europa.
En este sentido, instó a los Veinticinco a ofrecer "condiciones adecuadas" de acogida y de "integración real" para aquellos que deseen trabajar y vivir en sus países respetando las leyes de los países de destino. Al mismo tiempo, hizo hincapié en llevar a cabo "una lucha sin indulgencias" contra los traficantes de seres humanos. "Ninguna tolerancia es posible contra aquellos que explotan la desesperanza de los inmigrantes y que a menudo les abandonan, en condiciones de riesgo extremo, en el mar o las zonas desérticas del África sahariana", indicó al respecto.
Asimismo, dejó claro que los europeos no pueden hace frente sin respuestas a la presión de la inmigración ilegal --"dirigida por organizaciones criminales sin escrúpulos", dijo-- ni dejar a los países que por su situación geográfica están más expuestos a este fenómeno: España, Italia, Malta, Chipre y Grecia.
El comisario europeo explicó que la UE trabajará con los socios mediterráneos del África del norte y subsahariana para afrontar conjuntamente las "causas profundas" del fenómeno migratorio: "la pobreza, la destrucción del medio ambiente y, partiendo de una economía agrícola local, con una falta de inversiones y posibilidades de trabajo y de servicios financieros en sus países de origen.
Frattini quiso enviar un mensaje a los empresarios europeos que se benefician de los inmigrantes ilegales dándoles empleos. "Cualquiera de los países europeos que hace trabajar en el mercado negro a un inmigrante, no sólo le está explotando porque paga menos y le priva de servicios sociales excluyéndole de los beneficios de la solidaridad y la integración, sino que contribuye a alimentar nuevas llegadas de desesperados, dispuestos a todo por ganar unos euros", manifestó al respecto.
Finalmente, insistió en desarrollar "campañas de comunicación" en los países de origen de la inmigración ilegal para informar de las condiciones para una vida legal en Europa. En definitiva, apostó por un "acercamiento equilibrado" entre europeos y africanos que no se centre únicamente en cuestiones policiales y de seguridad. "Es evidente que los acontecimientos trágicos de Ceuta y Melilla están en cierta manera en el origen de esta Conferencia" de Rabat (Marruecos), concluyó.