El PP y CC alertan de la posible presencia de 500.000 subsaharianos en Mauritania, pero Moratinos lo considera "exagerado" MADRID 14 Mar. (EUROPA PRESS) - El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, anunció hoy en el Senado que la crisis migratoria que se inició hace unos días con la llegada de 'cayucos' con inmigrantes subsaharianos a las costas canarias provenientes de Mauritania, se resolverá "a muy corto plazo" con las autoridades de Nuakchott. El jefe de la Diplomacia vaticinó los mismos resultados que se lograron con Rabat en septiembre y octubre del pasado año cuando hubo avalanchas de ilegales en Ceuta y Melilla desde territorio marroquí. "Lo mismo que ocurrió con Marruecos, nos encontraremos a muy corto plazo con una solución satisfactoria a esta nueva situación creada por los flujos de inmigración provenientes de Mauritania y que tratan de llegar a Canarias", señaló ante las advertencias del Partido Popular y de Coalición Canaria de la posible presencia de 500.000 subsaharianos en Mauritania con intención de llegar a las costas españolas. Moratinos reconoció que las autoridades mauritanas tienen una "incapacidad" en estos momentos para atender a la "presión" migratoria del sur que sufren, pero insistió en que no se lance el mensaje a los ciudadanos canarios y españoles de que la situación es "alarmante". Además, constató que la aparición de los 'cayucos' desde este país magrebí es síntoma de los buenos resultados que está dando la política de control marítimo de España y Marruecos en este sentido. Por ello, indicó que el Ejecutivo está trabajando para atender esta "urgencia" sin querer crear una "excesiva alarma", con la que se interprete que no hay capacidad de respuesta a la llegada de estas embarcaciones con entre 40 y 80 personas en cada una de ellas. En este sentido, desveló que el pasado jueves habló con el nuevo presidente de Mauritania, el coronel Ely Ould Mohamed Vall, para expresarle la preocupación española por este fenómeno y que, fruto de ello, ambos Gobiernos están trabajando para "controlar y regular" esta situación. Próximamente habrá visitas de los secretarios de Estado de Seguridad, Interior, Trabajo y Asuntos Exteriores para "ayudar a Mauritania a tener los métodos y mecanismos para responder" a la actual presión migratoria que sufre. "Es verdad que Mauritania no tiene la estructura de seguridad que tienen otros países del norte de África, pero esos 500.000 subsaharianos no es tal la cifra. Toda Mauritania son 2 millones de ciudadanos y pensar que hay 500.000 es un tanto exagerado", matizó el ministro antes de subrayar que la presencia de subsaharianos es "indudable" pero no en la magnitud que se habla en varios medios de comunicación. Asimismo, manifestó que el Gobierno central está en "concertación y cooperación" con las autoridades canarias. "Estamos gestionando lo que es una crisis evidente y previniendo lo que puede ser en el futuro nuevas posibilidades de intento de llegada a las costas canarias", indicó al respecto. CRITICAS DE CC Y PP El senador canario José Mendoza (CC) insistió en que las "informaciones contrastadas" apuntan a una gran presencia de inmigrantes ilegales en las costas mauritanas y consideró que España "no ha mimado ni cuidado" una política concreta con África cuando este continente "puede ser explosivo" para nuestro país. Por su parte, Ignacio Cosidó (PP) criticó al Ejecutivo por ir "a remolque" de los acontecimientos y que reaccione "a golpe migratorio" fruto, a su juicio, del hecho de que España no ocupe "el papel de liderazgo" que debería tener a nivel europeo en África. Por ello, reclamó tres iniciativas al Gobierno: cambiar "radicalmente" su política de inmigración, tener la capacidad de "devolver" a sus países de origen a los subsaharianos que entren de forma irregular mediante la firma de más acuerdos de readmisión con países terceros y, en tercer lugar, vincular la ayuda al desarrollo a los estándares democráticos que haya en cada país africano. Moratinos respondió al senador 'popular' que el Gobierno no modificará su actual política hacia África pues tiene el respaldo de socios europeos e, incluso, de los mismos países africanos ya que compagina las negociaciones de acuerdos de readmisión con una mayor concesión de ayudas al desarrollo y permisos de trabajo para entrar legalmente en España.