MADRID 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
El número de inmigrantes irregulares que llegan a España a través de los Pirineos supera en diez veces al de Canarias según el portavoz de la Confederación Española de Policía, Rodrigo Gavilán, que esgrime datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para afirmar que a través de esta frontera entran alrededor de 150.000 rumanos o búlgaros al año. En declaraciones a Onda Cero recogidas por Europa Press, Rodrigo Gavilán puntualizó que "el repliegue que ha existido en Cataluña del Cuerpo Nacional de Policía con respecto al despliegue de Mosos d'Esquadra ha dejado sin funcionarios de policía a todas las unidades de extranjería de Cataluña encargada de devolver a los miles de ciudadanos de Europa del este que entran por el Pirineo".
A su juicio, este asunto "es curioso" porque "cuando entra un autobús de inmigrantes los policías le expulsan, pero automáticamente este autobús da la vuelta y entra en España a través de cualquier carretera comarcal que atraviesa el Pirineo. Aprovechan que no hay funcionarios de policía nacional suficientes para controlar las carreteras comarcales".
CATALUÑA, "PARAÍSO DE LA INMIGRACIÓN"
"El Cuerpo Nacional de Policía es la única institución con competencia para ejecutar las órdenes de expulsión, pero para poder expulsar a un extranjero es imprescindible tener el pasaporte y la mayoría de los ayuntamientos de Cataluña, como son reacios a las fuerzas de seguridad del Estado no dejan al Cuerpo Nacional acceder a los datos del padrón. Esto es triste, porque por este motivo Cataluña se ha convertido en el paraíso de la inmigración" aseguró.
Gavilán alegó que "en España, los grupos operativos desplegados en el territorio nacional tienen una capacidad de expulsión de 12.000 extranjeros al año". "Contamos con el mismo número de funcionarios que en el año 1998 y si los procedimientos de actuación son los mismos que hace años, no podemos expulsar a más extranjeros", sentenció.
Además, el portavoz de la Confederación Española de Policía afirmó que "las medidas que se proponen son difíciles de aplicar porque los inmigrantes saben que al poner un pie en tierra española van a acabar regularizados". "Saben que al final el Gobierno va a hacer un proceso de regularización y les va a regalar los permisos de residencia" comentó.