MADRID 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Interior del Grupo Socialista en el Congreso, Antonio Hernando, entiende la "preocupación" del Gobierno canario ante la avalancha de inmigrantes llegados en cayucos, pero rechaza la actitud del PP ante este fenómeno, pues circunscribe las críticas 'populares' en el "alarmismo" y el "electoralismo".
En declaraciones a Europa Press, el diputado socialista indicó que es "razonable" que el Gobierno canario esté "alarmado", pues a su juicio también está "preocupado" el Gobierno central.
No obstante, insistió en que, hasta ahora, el Gobierno central ha puesto "muchos medios" al servicio de la acogida e incluso es posible que tenga que incrementarlos si prosiguen las oleadas de cayucos. "Se está respondiendo con hechos y con medios --proclamó--. Es evidente que se van a necesitar más medios si la avalancha sigue en la misma cuantía, pero tenemos la esperanza de que descienda".
En concreto, recordó que el presidente del Gobierno ha estado visitando los centros de acogida de Canarias, se están aumentando los medios a disposición del Gobierno canario y la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega va a pedir más a la Presidencia de la UE, y hoy el ministro del Interior está en Senegal "para ver si de una vez por todas asume sus responsabilidad y controla mejor los flujos". PARTIDISMO
En contraste con la actuación del Gobierno, Hernando criticó la actitud del PP, que en su opinión "sólo hace declaraciones partidistas y alarmistas". "Estando en la oposición, nosotros propusimos un pacto de Estado pero ellos hoy sólo ofrecen partidismo y electoralismo, apostilló.
En este sentido, rechazó las acusaciones de efecto llamada por la regularización de inmigrantes y recordó que estos flujos también se dirigen a Malta, Italia, Grecia y Estados Unidos, entre otros países. "Lo que vemos es que los inmigrantes de países subdesarrollados intentan por todos los medios alcanzar las fronteras y costas de países desarrollados con independencia de si hay o no procesos de documentación --aseveró--. No hay efecto llamada, sino efecto expulsión, y eso es una lección que el PP debía haber aprendido".