BARCELONA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El candidato a la Presidencia de la Generalitat, José Montilla, se presentó hoy ante el pleno del Parlament de Cataluña con la pretensión de impulsar con su gobierno el "patriotismo social" y relegar las "proclamas identitarias" convencido de que "Cataluña será lo que los catalanes queramos que sea y lo que seamos nos lo tendremos que ganar".
Montilla subrayó que "no podemos ni queremos renunciar al pasado de Catalunya", sino que "lo asumimos con conciencia y orgullo legítimo", pero avisó de que dedicará sus energías a "construir futuro", lo que obliga a "no recordar obsesivamente la marcada personalidad nacional" catalana, sino a desarrollar una "acción de gobierno eficiente".
"Esta es mi patria. No puedo hablar de la Cataluña de mis antepasados, pero sí es la Cataluña de mis hijos y quiero que sea mejor la de mis nietos", proclamó. Por ello, apostó por crear las "complicidades sociales, económicas y culturales necesarias" para que Cataluña se desarrolle como sociedad "moderna, libre, culta, solidaria, equilibrada, económicamente desarrollada y respetuosa con el medio amiente". Así, dijo, haremos "más patriostimo que con mil proclamas sobre identidad".
Montilla subrayó que Cataluña "abre una nueva etapa" y reafirmó su "voluntad de diálogo", convencido de que "con el pacto se puede avanzar más que con la confrontación" y de que "la crispación no es el elemento que ha de identificar nuestro país". Para Montilla, mientras en "otras etapas de nuestra historia ha sido importante que se nos reconozca lo que somos, en los años que vienen tendremos que centrarnos en utilizar las herramientas que tenemos para lograr nuestros objetivos como país".
Tras unas palabras de reconocimiento para su antecesor, Pasqual Maragall, pero también para Jordi Pujol, Montilla aseguró que "sé perfectamente qué quiero hacer y cómo" para lograr convertir Catalunya en un "país de primera" en el que las instituciones se caractericen por la "seriedad, solidez y firmeza".
No obstante, antes de desplegar su programa de gobierno, Montilla reivindicó la legitimidad del pacto entre PSC, ERC e ICV-EUiA, "tan legítimo y democrático como otros posibles", y cuyo acuerdo de gobierno, "sólido y estable", "sigue la estela" del Ejecutivo de Maragall para "abrir una nueva etapa sobre nuevas bases". Montilla tampoco rehuyó la autocrítica por la baja participación en las últimas elecciones y se comprometió a promover un "código de buenas prácticas" para promover la implicación de la ciudadanía en los asuntos públicos.
Montilla admitió las "tensiones e incomprensiones" generadas por el nuevo Estatut, pero señaló que una vez aprobado se debe utilizar para convertir Catalunya en "referente" en España, Europa y el mundo, "aumentar el prestigio" y el "liderazgo" de esta comunidad. "Catalunya que ha escrito la hoja de ruta del cambio, la aspiración nacional y la justicia social" con el anterior gobierno de izquierdas, dijo Montilla.
"Es la Cataluña que heredamos" y desglosó un programa para "consolidar y completar el trabajo" y alcanzar la "Catalunya avanzada, merecida y largamente soñada", con un gobierno al frente que "haga de las buenas políticas y la eficacia de gestión su seña de identidad". Así, se comprometió a desarrollar "buenas políticas, a ser posible, ampliamente acordadas" y se dirigió a la oposición para garantizar que contará con "la opinión de todos a la hora de tomar las decisiones de país". "Por mí no quedará", dijo y pidó "disposición al diálogo, por el bien del país".
Montilla dijo que quiere ser "el presidente de todos los catalanes" y avisó de que "yo no confundo el país con el partido ni con el gobierno" y "tengo y tendré la mano tendida a todos". Aún así, dejó claro, que el suyo será un gobierno de progreso para hacer avanzar Catalunya desde la "pluralidad social y política" y que asuma la "participación como factor de fortaleza e integración y la transparencia condición imprescindible en su acción".
Defendió el rigor en la actuación de la administración y propugnó un "gobierno honesto que sabrá escuchar, responsable, creativo, de experiencia y de hechos, más que de palabras", "con el liderazgo, la experiencia y la estabilidad suficiente para llevar a cabo las reformas que Catalunya necesita para recuperar el prestigio y el empuje que necesitamos".
"La Cataluña que queremos está por construir, hemos comenzado a dibujarla", pero "queda mucho por hacer para tener la Cataluña que queremos y necesitamos", dijo. En este sentido, hizo suyo el "cambio" impulsado con el Gobierno de Maragall y que "sólo con la perspectiva del tiempo valoraremos adecuadamente".
EL PRIMER TRIPARTITO Y ESPAÑA.
Según Montilla, el tripartito de 2003 cambió "mentalidades, inercias y formas de hacer" y hoy se confirma que "era un proyecto de fondo, que iba más allá de un mandato" y que consolida la tradición de gobierno de las izquierdas.
En reconocimiento al gobierno saliente, Montilla destacó el haber logrado "una transformación profunda tanto en las políticas como en la política y el autogobierno de Cataluña", destacó el "liderazgo" de Maragall a la hora de impulsar el Estatut y celebró la nueva concepción del catalanismo basada en el "patriotismo de los derechos".
El Gobierno de Maragall, dijo, inauguró "una forma diferente de entender España y Europa" y una forma "diferente de relacionarnos con los pueblos de España". Montilla sostuvo que en esta legislatura se han comenzado a poner las bases para la construcción de la España plural y lo hemos hecho en colaboración con el gobierno de José Luís Rodrígue Zapatero".
Para el candidato, "es un esfuerzo que hay que continuar, con firmeza, pero con mano tendida, sin ceder, pero sabiendo que los problemas no se solucionan con actitudes intrasigentes y con prisas".
También se refirió a la nación catalana reconocida dentro de "la España plural, orgullosa de su pasado y de su presente, confiada y esperanzada en el mañana" y, especialmente, a la lengua catalana comprometiéndose a "seguir trabajando para lograr el pleno reconocimiento internacional del catalán, y por la extensión progresiva del uso social en las tierras de habla catalana", y que "velará por el uso y el respeto del castellano, que es también la lengua de muchos catalanes e instrumento indispensable para todos". También citó la colaboración del Estado en la promoción de las lenguas cooficiales para "desactivar conflictos que nunca deberían existir".
Entre los proyectos estratégicos del tripartito a preservar y desarrollar, Montilla citó la Euroregión, el pacto nacional para la educación, la ley de barrios, el acuerdo estratégico para la internacionalización de la economía catalana, las ayudas a los ayuntamientos y la planificación territorial, todo ello dentro de un programa dividido en tres ejes de actuación: 'personas y bienestar', 'administración y gobierno' e 'impulso económico y desarrollo territorial'.