MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira solicita penas de entre 10 y 12 años de cárcel para nueve de los detenidos en la segunda fase de la denominada "Operación Nova" contra el terrorismo islamista, por un delito de integración en organización terrorista. De ellos, cuatro han sido investigados en relación con los antentados del 11-M en Madrid, aunque sólo uno, Mohamed Larbi Ben Sellam, será juzgado por la masacre.
El escrito de conclusiones provisionales del fiscal solicita las penas más graves, de 12 años de prisión por integración en la categoría de promotor y director, para los procesados de nacionalidad marroquí Mohamed Larbi Ben Sellam y Faisal Allouch. El primero está procesado en el sumario por los atentados del 11-M y Allouch fue inicialmente imputado en esta causa por el juez instructor del caso, Juan Del Olmo, quien finalmente no procedió contra él.
Según el fiscal, ambos eran los encargados de dirigir al resto del grupo de islamistas, para lo que impartían clases "sobre el Islam más radical a fin de realizar la yihad contra los infieles y cruzados", en las que se visionaban vídeos de las guerras que grupos de 'mujahidines' realizaban en Afganistán y Chechenia.
El resto de acusados, para los que se solicitan diez años de cárcel por integración en la célula de terroristas islamistas, son Abderrazak Azzi, Abdelkrim El Ouzzani -imputado inicialmente en el 11-M-, su primo Mohamed El Ouazzani, los hermanos Noureddine y Azzedine Bellid, Samir Ben Abdellah y Khalid Zeimi Pardo, también investigado en relación con los atentados de Madrid.
El responsable de sus captaciones y líder del grupo era Mustapha el Maimouni, quien cumple condena en Marruecos por su presunta implicación en los atentados cometidos el 17 de mayo de 2003 contra la Casa de España en la ciudad de Casablanca, en los que murieron 43 personas.
LA "CÉLULA DORMIDA" DEL 11-M.
El Ministerio público señala que también formaban parte de este grupo Said Berraj, "El Mensajero"; Rabei Osman El Sayed, "Mohamed el Egipcio", preso en Italia, y Mohamed Alfalah, "quienes no se encuentran procesados en este procedimiento al estar implicados en los terribles atentados ocurridos el 11 de marzo de 2004 en Madrid". Al grupo también perteneció otro de los procesados por el 11-M, Jamal Zougam, "aunque no asistía a las reuniones", según la Fiscalía.
La detención de Maimouni motivó que el grupo capturado en la segunda fase de la "Operación Nova" dejara de reunirse, "permaneciendo en situación de 'dormidos' a la espera de su reactivación, tal y como sucedió con los atentados del día 11 de marzo de 2004". Para celebrar sus encuentros, el grupo contaba con el piso de Abdelkrim Ouzzani en la cale Moncada del barrio de San Cristóbal de los Ángeles de la capital; otro en la cale Metal, cuyo dueño era Azzi, y también utilizaba la tienda de rótulos de Allouch, en la calle Eduardo Minguito en la misma ciudad, así como su vivienda habitual en la calle Topacio.
El escrito del Fiscal señala que en el piso de la calle Carmen Martín Gaite de Leganés donde se suicidaron siete presuntos autores de la masacre del 11-M fue encontrada documentación perteneciente a El Ouazzani.
Las reuniones de los terroristas duraban entre seis y ocho horas, según el fiscal Rubira, eran semanales y se celebraban preferentemente los sábados. En ellas, El Maimouni actuaba como líder y "cantaba versos a los reunidos para realizar la "yihad". En las reuniones también participó uno de los suicidadeos en Leganés, Sarhane Ben Abdekmajid Fakhet.
El fundamento doctrinal del grupo, según el fiscal, es la corriente salafista-yihadista de los Grupos Islámicos Combatientes Magrebíes. Los líderes de esta ideología mantuvieron un encuentro en febrero de 2003 en Estambul (Turquía), donde resolvieron perpetrar ataques en Marruecos y extender la "yihad" allí donde se encontraran "'mujahidines'", según el escrito fiscal. Fue Ben Sellam quien explicó esta idea a los miembros del grupo.
Los mencionados principios, continúa el fiscal, "sufrieron una transformación en la medida en que las autoridades políticas españolas implementaban su alineamiento con las autoridades estadounidenses en la lucha contra el terrorismo internacional, y es por ello que resolvieron realizar ataques terroristas contra intereses españoles".
El fiscal solicita que durante el juicio se interrogue en Marruecos a Maymouni por medio de la correspondiente Comisión Rogatoria Internacional que deberá dirigirse a las autoridades judiciales del Reino de Marruecos.