MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), Jesús Ramón Martínez, afirmó hoy, en declaraciones a Europa Press, que, en circunstancias normales, el etarra Igancio de Juana Chaos se recuperará de la huelga de hambre que ha mantenido durante casi 4 meses en 20 días y en, en principio, sin secuelas.
Martínez aclaró que De Juana no ha estado casi cuatro meses sin comer, porque, al menos, el preso recibió alimentación a través de una sonda nasogástrica, lo que le aportó todos los nutrientes que los médicos estimaron oportuno. "Para eso, estuvo en un hospital", recalcó.
"Hay una confusión, De Juana no ha estado 115 días sin comer porque, al menos, ha recibido alimentación artificial, por sonda, es decir, ha comido cocido madrileño pero triturado, no es una persona, como se compara, como aquellos presos del IRA que no comieron nada y sin ningún tipo de soporte", señaló.
"Estaba comiendo, triturado, pero comía. Se estaba nutriendo", dijo. Con este argumento, Martínez explicó que ayer bajara por su propio pie de la ambulancia que le trasladó al Hospital Donostia de San Sebastián o que aún mantuviera relaciones con su compañera sentimental. El preso comenzó a ingerir alimentos ayer tarde tras anunciar que abandonaba la huelga de hambre.
Así tras recalcar que la sonda es una "alimentación completa", Martínez calculó que el preso, "en teoría", alcanzará un estado normal a los 20 días. "Una recuperación me imagino, porque no conozco el caso porque no lo he visto, pero evidentemente normal, recuperará peso y se pondrá normalito en 20 días o un mes.
NO SUFRIRÁ SECUELAS.
El también profesor de Nutrición en la Universidad Complutense de Madrid, afirmó además que, por la misma razón de que el etarra ha recibido alimentación en el Hospital Doce de Octubre, en principio, De Juana no tendrá secuelas en el futuro.
"Secuelas cuando hay desnutrición completa, si no ha comido nada hay lesiones, de cualquier tipo, renales, hepáticas, etc, pero ha estado nutriéndose porque le han alimentado por sonda --insistió--, y secuelas no tiene por qué tener".
Por último, explicó su peso, hoy de 53 kilos, porque las calorías que aporta la sonda nasogástrica "son pocas". "No es igual que comer normalmente, pero nutrientes, proteínas, ácidos grasos esenciales y vitaminas los ha recibido a través de la sonda sin problemas", aseveró.