GIRONA, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Olot (Girona) ha decidido sobreseer provisionalmente la causa por el vertido de fuel que se produjo el 7 de junio de 2004 en el río Fluvià al fallar el dispositivo de un depósito de fuel de la compañía de cogeneración eléctrica Confianza i Relsa (Confirel). La juez considera que, "pese a lo alarmante del vertido, no se produjo serio peligro para el ecosistema de la zona" y califica los hechos como "un accidente".
El fallo en el dispositivo del depósito de gasóleo de Confirel, que suministra energía a la empresa Papelera la Confianza, en Beuda, provocó el vertido de 25.000 litros de gasóleo al río Fluvià.
La Generalitat abrió un expediente por estos hechos que, al parecer, pudieron deberse a una avería en el sistema de alimentación de carburante de la empresa Confirel. Aunque, en principio, el vertido sólo afectó al canal que discurre junto a la empresa y que desemboca en el río, finalmente se extendió a lo largo de tres kilómetros del Fluvià.
Ahora, tras un año y medio de instrucción, el Ministerio Fiscal ha solicitado a la juez el sobreseimiento provisional de la causa por la que se imputó al administrador de Confirel, Joan Vila, un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente.
Según el auto dictado por la juez de Instrucción número 1 de Olot, "como de modo exhaustivo ha analizado el Ministerio Fiscal, no concurren los presupuestos necesarios para calificar la conducta objeto del atestado de los Mossos como una infracción penal, sin perjuicio de las eventuales responsabilidades administrativas o civiles".
"Así, pese a lo alarmante del vertido, los informes parciales que constan en la causa coinciden en que no se produjo serio peligro para el ecosistema de la zona, no pudiendo imputar responsabilidades por tales hechos a los administradores o encargados de la empresa Confirel", relata el auto.
La juez considera que los hechos de la madrugada del 7 de junio de 2004 se pueden calificar como "un accidente". Según el auto, "la avería de uno de los sensores de nivel entre los depósitos número 2 y número 3 hizo que el sistema electrónico no detectara que el tanque número 3 estaba lleno y el número 2 continuó bombeando hasta que se produjo el colapso".
Por todo ello, la juez considera que no ha resultado debidamente justificada la perpetración del delito que dio lugar a la formación de la causa.
