La jueza impone al acusado de robar en una sucursal bancaria de Villamediana (La Rioja) la pena de cinco años de cárcel

Actualizado: lunes, 16 enero 2006 15:54

LOGROÑO, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

La jueza ha impuesto la pena de cinco años que pedía el Ministerio Fiscal al acusado de robar en una sucursal bancaria de Villamediana y cuyo juicio se celebró el pasado martes. En su sentencia, considera probados los hechos relatados por el Fiscal en su acusación contra R.G.C., logroñés de 32 años de edad.

La sentencia narra como hecho probado que sobre las 9.30 horas del 15 de marzo de 2005, el acusado, que ya había sido condenado por "numerosos" delitos contra la propiedad, se dirigió a la entidad bancaria de Villamediana.

"Tras acceder al interior" de la misma, continúa, "el acusado sacó una pistola negra de material duro y, montándola y exhibiéndola a la cajera, le conminó a que le entregase el dinero que hubiera, apoderándose de, aproximadamente, 7.490 euros".

En la vista oral, la defensa solicitó su suspensión para practicar tres pruebas: el visionado de la cinta de grabación, una rueda de reconocimiento y un informe médico del acusado (ya que éste aludió estar enfermo y en la cama el día del atraco). Las tres fueron rechazadas.

La juez explica en la sentencia que no era necesario visionar la cinta, ya que se aportaron fotogramas, y que ya se había hecho un reconocimiento fotográfico, además de que los denunciantes habían acudido al juicio en calidad de testigos, por lo que no hacía falta una rueda. En cuanto al informe forense, recuerda que el acusado ya había presentado informes médicos.

La sentencia también refleja que "pocas veces se cuenta con un testimonio tan claro y contundente como el que han prestado los testigos de este caso"; la cajera y el director de la sucursal bancaria.

Según la primera, llamó a la puerta un hombre que "miraba para los pies" y que, una vez que le había abierto, "levantó la cabeza y le reconoció como cliente de la caja". En ese momento, "se imaginó lo que podía pasar y accionó la alarma del rodillo y avisó a su compañero, que estaba en el despacho con una visita".

La cajera llega a decir que sabía el nombre del acusado y que éste entró a cara descubierta, aunque luego se colocó un pasamontañas. También relata que entró "con un arma de fuego o pistola de color negro y la montó haciendo ruido". Seguidamente, añade la cajera, le apuntó "a la altura de la cabeza", sin que hubiera entre ellos ni un cristal, por lo que ésta se lo dio todo.

Sentado esto, la jueza entiende que el acusado es responsable en concepto de autor de un delito de robo con intimidación con uso de medio peligroso. No reconoce la atenuante de drogadicción, presentada por la defensa, porque, aunque el acusado señaló que, en aquella época, consumía cocaína y heroína no ha presentado pruebas. Además de ir cinco años a la cárcel deberá devolver lo robado.