SEVILLA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Junta de Andalucía se personará como acusación particular en todas las causas penales en curso en el marco de la 'Operación Malaya' contra la corrupción y pedirá "en el momento procesal oportuno" que los bienes incautados en esta operación, actualmente cifrados en torno a los 2.600 millones de euros, "puedan aplicarse a la restitución del daño patrimonial" sufrido por la ciudad de Marbella (Málaga).
Así lo anunció hoy el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, en su intervención inicial en el debate general en el Pleno del Parlamento andaluz sobre la situación creada en el Ayuntamiento de Marbella a raíz de la 'Operación Malaya' contra la corrupción, al que acudió con copia de los 400 expedientes abiertos por la Consejería de Obras Públicas y Transportes al Consistorio marbellí por irregularidades urbanísticas.
Un día después de que el Consejo de Gobierno de la Junta solicitase al Consejo de Ministros la disolución del Ayuntamiento marbellí por su "gestión gravemente dañosa para los intereses generales", Zarrías avanzó que la administración autonómica "no se quedará ahí", sino que va a adoptar "todas las medidas necesarias para cumplir el objetivo de hacer prevalecer el imperio de la Ley, salvaguardar los intereses generales y garantizar la gobernabilidad" en Marbella.
Así, la Junta se personará como acusación particular en todas las causas penales en curso; pedirá "en el momento procesal oportuno" que los bienes incautados en esta operación, actualmente cifrados en torno a los 2.600 millones de euros, "puedan aplicarse a la restitución del daño patrimonial" sufrido por la ciudad de Marbella; solicitará que el Parlamento andaluz agilice los trámites para pronunciarse "lo antes posible" sobre el expediente abierto por la Junta para la retirada de competencias urbanísticas a Marbella; y garantizará a la comisión gestora que deberá crear la Diputación Provincial de Málaga "el pleno apoyo y la cobertura que precise" para adoptar decisiones orientadas a recuperar la normalidad y el "saneamiento democrático" de Marbella.
"ALTURA DE MIRAS" SIN "DIVISIONES PARTIDISTAS"
Zarrías, que repasó durante su intervención los argumentos aducidos por el Consejo de Gobierno para solicitar la disolución del consistorio marbellí, pidió "altura de miras y visión de futuro" a todos los grupos parlamentarios para abordar la situación de Marbella "desde el compromiso y la responsabilidad", de forma que se puedan "superar divisiones partidistas y trasladar un mensaje optimista" a la opinión pública.
El titular andaluz de Presidencia defendió que la Junta y el Gobierno no han impulsado la disolución del Ayuntamiento de Marbella "a la ligera ni en atención a determinadas coyunturas ni mucho menos por intereses puramente políticos" y defendió con vehemencia que la "voluntad y determinación" de la Junta en la exigencia de respeto a la Ley en Marbella "no admite dudas salvo desde la ignorancia o la mala fe".
Zarrías, que llegó a citar una intervención del presidente del PP-A, Javier Arenas, en el Pleno del Congreso en 2003 en la que defendía que la disolución del Ayuntamiento sólo puede abordarse "con la Ley en la mano", aseguró que la Junta ha tomado esta decisión "cuando correspondía hacerlo, porque el supuesto se ha dado precisamente ahora con la 'Operación Malaya', ante la que hemos reaccionado "con determinación, agilidad y prontitud".
El consejero también puso de manifiesto que la convocatoria de elecciones anticipadas, como reclaman PP y PA, "no cabe en este momento" porque la Ley Orgánica del Régimen Electoral General "no admite atajos ni falta de garantías", por lo que pidió que esta cuestión no sea "objeto de polémicas" y todos los grupos sean "especialmente escrupulosos con el principio de legalidad."
"VIOLACIÓN FLAGRANTE DE LA LEY"
"Daríamos una imagen negativa si pretendemos que la nueva etapa que ahora comienza quedara inaugurada por una violación flagrante de la Ley por algún tipo de interés", advirtió Zarrías, que demandó un "esfuerzo cabal" a todos los grupos parlamentarios para constituir una "gestora de consenso y de auténtica unidad democrática en beneficio de toda la ciudadanía".
Tras subrayar que "ahora la tarea principal es recuperar normalidad democrática y devolver la confianza a los ciudadanos", el consejero defendió la necesidad de "no malgastar energías en vericuetos partidistas", para lo que apostó por actuar "todos a una y por derecho" y por "trabajar juntos para devolver el buen nombre a Marbella y que no sea sinónimo de corrupción".
Por último, Zarrías garantizó que la Junta "ha estado y estará vigilante con el urbanismo no sólo en Marbella, sino en toda Andalucía porque tenemos el firme compromiso de garantizar un crecimiento sano y sostenible" y se mostró convencido de que "los ciudadanos quieren respuestas y no reproches", por lo que insistió en la necesidad de "hacer un mayor esfuerzo para aparcar nuestras diferencias".
