Juventudes Socialistas pide que no se criminalice a los jóvenes por el 'botellón' y que se analice para adoptar medidas

SANTANDER 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La secretaria general de Juventudes Socialistas de Cantabria, Ruth Carrasco, lamentó hoy el "cinismo" existente en torno a la convocatoria de 'botellones' y cree que "lo que no se puede hacer es criminalizar a los jóvenes", sino que se debe analizar el fenómeno para adoptar medidas, que "tienen que ser muchas" y también partir "de las familias".

En declaraciones a Europa Press, la también diputada regional por el PSOE, alertó de que, si bien hay que "cumplir la ley" para impedir los 'macrobotellones' en aquellas ciudades en las que el consumo de alcohol en la calle esta prohibido, lo cierto es que "las medidas coercitivas" pueden provocar "el efecto contrario del que se pretende".

Por ello, Carrasco apela a la "precaución" y apuesta por analizar "desde todos los puntos de vista" un fenómeno que "lleva muchos años existiendo" y, ahora, con la convocatoria de los 'macrobotellones' a través de Internet y mensajes SMS, hace aflorar "un debate que se tenía que haber producido hace más tiempo".

Aunque dejó claro que no "disculpa el botellón", la secretaria de Juventudes Socialistas de Cantabria hizo hincapié en el "cinismo" que, a su juicio, envuelve este asunto. "¿Y qué pasa, que cuando están en los bares, como no molestan y no se les ve, no es un problema?", se preguntó al respecto.

En esta línea, un "ejemplo de cinismo muy claro" es, según dijo, la imagen de la popular plaza de Cañadío, en Santander. "Nunca he visto un 'botellón' tan grande como el de esa plaza, y ahí no pasa nada. La diferencia está en el dinero que cuesta el líquido que se toma. El fin es el mismo: hablar con los amigos tomándose copas al aire libre", señaló.

En su opinión, no se trata de un problema de los jóvenes, sino de carácter "social y cultural" y cuestionó si quizá tiene algo que ver con "una demanda de los jóvenes de recuperar el espacio público". "A lo mejor hay que replantearnos nuestra cultura del alcohol en general. Hablamos de los jóvenes borrachos y después nos vamos a tomar una caña", criticó Carrasco.