Juzgado de Irún aplaza hasta el 11 de julio la declaración de Bravo, principal imputado en el presunto fraude fiscal

SAN SEBASTIAN 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de Instrucción número 3 de Irún ha aplazado hasta el próximo 11 de julio la toma de declaración del principal imputado por el presunto fraude en la Hacienda de Irún, el ex director de la oficina José María Bravo, "a la vista de que son dos los letrados que han puesto reparos" para que se celebre el próximo día 26.

En una providencia, la juez rechaza, por una cuestión de forma, el recurso que interpuso el abogado defensor de Bravo para solicitar el cambio de fecha. Argumenta que, "para solicitar un cambio de señalamiento" no es necesario interponerlo, "más aún cuando ni siquiera se producen efectos suspensivos y es posible que no se haya resuelto todavía para el momento de la declaración".

Sin embargo, "a la vista de que son dos los letrados que han puesto reparos" al día señalado para la declaración, "afectados por diversos motivos", acuerda trasladarla al día 11 de julio, a las diez y media de la mañana, según recoge la resolución a la que tuvo acceso Europa Press.

Bravo abandonó el pasado martes la cárcel de Martutene, donde permaneció 25 días, tras abonar los 400.000 euros de fianza impuestos por la juez, y con la obligación de comparecer en el juzgados dos veces al mes.

El imputado fue inicialmente asistido por un abogado donostiarra, y con posterioridad nombró a otro letrado de Bilbao. Este último solicitó el aplazamiento de la declaración alegando que no disponía de tiempo para examinar los 3.000 folios de los que constan las actuaciones.

Junto a Bravo está imputada su mujer y otras dos personas, quienes todavía no han sido llamadas a declarar. La causa abierta investiga presuntos delitos de malversación de caudales públicos, blanqueo de dinero y falsificación de documento.

La Fiscalía acusa a los cuatro imputados de formar parte de una "trama" que presuntamente desvió más de un millón de euros que pequeños empresarios con deudas tributarias les entregaron, pensando que su destino era la Hacienda foral.