MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ex asesor contable del Grupo Torras Plinio Coll afirmó hoy en la Audiencia Nacional que recibió 3,7 millones de dólares por la elaboración del denominado 'plan Coll', un sistema de pagos, "opaco frente a terceros", a través de sociedades instrumentales de KIO y por el que supuestamente se desviaron 300 millones de dólares de la empresa kuwaití cuando este país fue invadido por Irak en 1990.
Así lo manifestó Coll, para quien la acusación particular ejercida por Grupo Torras solicita una pena de ocho años de prisión por delitos de apropiación indebida y falsedad documental, en el juicio que se celebra en el tribunal contra el empresario Javier de la Rosa en relación con los casos 'Pincinco' y 'Quail' por presuntos desvíos de dinero de KIO y su filial Grupo Torras.
En su declaración, Coll aseguró que recibió 6 millones de dólares de la sociedad kuwaití, de los cuales pagó 2,3 millones de dólares al abogado también imputado en la causa Juan José Folchi, por la labor de asesoría jurídica que éste realizó en la operación. Los 3,7 millones restantes quedaron en posesión de Coll como pago por el diseño de la estructura de pagos, y por los gastos generados en la operación.
Coll enfatizó que el ex director financiero de Torras, Miguel Soler, le dijo que el pago de 300 millones de fondos de KIO respondía a pagos de guerra y a pagos a partidos políticos, para ganar adhesiones a favor de Kuwait en la Guerra del Golfo.
El ex asesor contable de Torras resaltó que no le sorprendió que Kuwait, a través de KIO, costease gastos de guerra o pagos a partidos políticos: "Irak tenía dólares, no tanques". Además, aseguró tener constancia de que parte de esos fondos fueron destinados a sufragar los gastos militares de Estados Unidos y Reino Unido, o a realizar pagos para "forjar alianzas" con Rusia, Zambia u otros países sin presencia militar en Kuwait.
KIO CONOCÍA LOS PAGOS
El imputado sostuvo que "jamás" sospechó que las transferencias pudiesen ser utilizadas para desviar ilegítimamente fondos, ya que dichos movimientos de fondos estaban autorizados por el director de KIO Fahad Al Sabah, a quien el Estado de Kuwait "había otorgado amplios poderes" y que fue quien le ordenó el diseño el 'plan Coll'.
Se trataba, según el ex asesor contable, de pagos "absolutamente confidenciales", realizados de manera que "no pudiese verse el pago de 300 millones de dólares" de KIO, a través de diferentes filiales de la entidad kuwaití. "Mi plan", recalcó, "mantenía ese pago opaco frente a terceros, tales como periodistas o agentes iraquíes".
Sin embargo, aseveró, "siempre" mantuvo informados de la operación a los directivos de KIO, así como a los consejeros de Grupo Torras y a sus accionistas. "El denominado 'plan Coll' no servía para ocultar nada a los ejecutivos de KIO; si alguien lo pensó, se equivocó. Desde luego, yo no lo pensé", dijo.
Coll -imputado en el juicio por Grupo Torras, no por la Fiscalía- subrayó que el coste derivado de la operación "fue soportado en su totalidad por KIO", mientras que se dejó a Torras "totalmente indemne" de dichos gastos.