MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, consideró hoy que el proyecto conocido como Ley de Memoria Histórica en su redacción y, sobre todo, en el "discurso político" que lo ha acompañado intenta "desautorizar a la generación de la Transición política" y "reescribir" lo que fue esa época.
Para el regidor madrileño, este proyecto de ley ofrece una "mirada absolutamente improductiva hacia el pasado en lugar de una convocatoria hacia el futuro". En declaraciones a la cadena Ser recogidas por Europa Press, pidió a todos ser "conscientes del enorme esfuerzo que se hizo" en la Transición y del trabajo "extraordinariamente positivo" de aquella "generación política" y de los "ponentes constitucionales".
De esta forma, opinó que lo "más inteligente" y "lo más agradecido" que puede hacer la generación actual es "mirar hacia el futuro con admiración hacia aquellos" políticos, lo que, según el regidor, no está reñido con la reparación de las personas que sufrieron injusticias o persecuciones durante la dictadura franquista, pero sí con "un revisionismo" que choca "directamente con aquel espíritu de consenso, de encuentro, de no olvidar pero sí superar las heridas del pasado para conjuntamente afrontar el futuro".
Consultado sobre si se siente suficientemente respaldado a día de hoy por el presidente de su partido, Mariano Rajoy, tras la polémica suscitada por la biografía autorizada de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó que "siempre" se ha sentido respaldado por Rajoy y que este apoyo "no varía en absoluto" por un libro que, recordó, todavía no ha leído ni leerá hasta después de las municipales de mayo.
Preguntado quién le provoca más dolor de cabeza, si el candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Miguel Sebastián, o Esperanza Aguirre, contestó que "ninguno" de ellos, por los que dijo tener "respeto".
Por otra parte, afirmó que, bajo su punto de vista, el Gobierno ha cometido un "error muy grave abordando" el llamado proceso de paz "sin contar con el Partido Popular" y auguró que "rectificará" y "tendrá que volver a un encuentro" con el principal partido de la oposición para "sentar las bases de un proceso que (...) no puede administrarse desde el 51% del apoyo de la población española".
Preguntado si las acusaciones que vierte el PP contra el Gobierno en esta materia suponen un obstáculo insalvable para un acercamiento entre ambas formaciones, aseguró que "no hay ningún obstáculo para que, si el Gobierno cumple las bases con las que se tiene que afrontar el final de un proceso terrorista" y que según él son el respeto a la ley, la defensa de la memoria y derechos de las víctimas y la interlocución política sólo con aquellos que han sido apoyados por los ciudadanos, el PP siempre esté "dispuesto a mantener una actitud institucional".