El país dispone del mayor presupuesto de su historia, 54.800 millones de dólares, que se destinarán principalmente a financiar infraestructuras
TRÍPOLI, 17 Dic. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández) -
El nuevo Gobierno libio quiere favorecer el regreso de las compañías españolas al país y para ello ha accedido a buscar una solución a los problemas que afrontan las empresas que estaban presentes en la nación antes de la revolución de 2011 que derrocó a Muamar Gadafi y que tienen pagos pendientes de cobrar o contratos firmados con el anterior régimen que se han visto paralizados.
Los ministros de Exteriores y Fomento, José Manuel García-Margallo y Ana Pastor, han realizado hoy una visita oficial a Libia, acompañados de una delegación de 16 empresarios, con el objetivo principal de reanudar la relación que estas compañías tenían con el país antes de la 'Revolución del 17 de febrero' y explorar nuevas oportunidades de negocio, sobre todo en el ámbito de las infraestructuras, donde se concentrará el grueso del último presupuesto nacional aprobado, que asciende a 54.800 millones de dólares, el mayor de su historia.
Ambos Gobiernos han acordado crear un comité mixto que analizará los problemas de "todas y cada una de las empresas" españolas que han operado u operan en Libia, ha informado García-Margallo en rueda de prensa conjunta con su colega libio, Mohamed Abdelaziz, quien ha precisado que la solución que dé Libia a las compañías españolas será la misma que ofrezca al resto de empresas de otros países socios.
Se estima en 9.500 millones de euros el valor de los contratos que compañías extranjeras firmaron con el Gobierno de Gadafi y tienen pendientes de cobrar. Libia ha creado un comité contra la corrupción que está revisando cada uno de esos contratos. Abdelaziz ha confirmado la disposición de las nuevas autoridades libias de buscar una solución a esos problemas "que satisfaga a las empresas, pero también a Libia", porque la presencia de compañías extranjeras en el país debe responder a las "necesidades actuales" del país.
Las prioridades del nuevo Gobierno libio en el corto plazo, señalan fuentes diplomáticas, pasan por la sanidad, la educación y por obras de infraestructuras estratégicas en materia de aeropuertos y comunicaciones. En el medio plazo, añaden, las nuevas autoridades tienen voluntad de retomar la mayor parte de los contratos que el régimen de Gadafi firmó con compañías extranjeras.
PROYECTOS DE INTERÉS
Al margen de intentar arreglar estos problemas, los ministros han explorado con las nuevas autoridades del país nuevas oportunidades de negocio para nuestras compañías. Particular interés suscitan los proyectos de ampliación del aeropuerto de Trípoli, la línea férrea costera, o el anillo de circunvalación de Trípoli.
Pero también se presentan oportunidades en materia de vivienda, pues se estima en 900.000 el número de viviendas que precisa el país, cuya economía crecerá al 17 por ciento en 2013, según las previsiones del FMI, y a un ritmo de media del 10 por ciento en los cinco años siguientes, gracias a los ingresos procedentes de las ingentes reservas de petróleo que tiene el país, las mayores del continente africano.
Libia se enfrenta no obstante a dos retos fundamentales para atraer la inversión extranjera. Uno de ellos son las normas aprobadas tras la revolución que limitan al 49 por ciento el capital extranjero en empresas libias y que, según fuentes del Gobierno español, podrían ser modificadas o eliminadas en cuestión de meses.
Pero el desafío más importante al que tiene que hacer frente el país para atraer la inversión extranjera es la seguridad, con miles de armas circulando en las calles tras la revuelta contra Gadafi, y la incapacidad de las nuevas autoridades para controlar las fronteras del país, ya que Libia es aún un país donde las instituciones, incluido el Ejército, está por hacer.
Por eso Abdelaziz, ante su colega español, ha reclamado la ayuda de sus socios para controlar los 4.000 kilómetros de frontera en el sur, por donde se colaron miles de mercenarios para nutrir a las milicias gadafistas, y los 2.000 kilómetros de costa en el norte.
España ha ofrecido la cooperación de la Guardia Civil para compartir información con las fuerzas de seguridad libias en materia de control de fronteras y está dispuesta a participar en una futura misión europea de formación de cuadros policiales libios, aún en estudio, señalan fuentes diplomáticas.
Nuestro país también se ha prestado, ha señalado García-Margallo, a formar en España a diplomáticos libios, pero también a médicos, entrenadores y deportistas en el marco de un programa de cooperación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Casa Arabe y Casa Mediterráneo establecerán un diálogo político con personal de la Administración libia implicados en el proceso de elaboración de una nueva Constitución para compartir la experiencia española en la materia, ha añadido.
UNA BUENA IMAGEN EN LIBIA
El rápido posicionamiento de España a favor del bando rebelde tras el estallido de la revuelta contra Gadafi ha permitido a nuestro país labrarse una muy buena imagen en Libia. Abdelaziz ha agradecido a España este apoyo, así como la decisión de nuestro país de congelar los activos que el régimen tenía en el Banco Arabe Español -unos 350 millones de euros-- y cuyo control han recuperado recientemente las nuevas autoridades libias.
Fuentes diplomáticas han precisado que la finca de 6.500 hectáreas que Gadafi tenía en Málaga, y cuyo uso bloqueó también el anterior Ejecutivo socialista, ya se ha devuelto también a las nuevas autoridades libias.
Los ministros han arrancado su agenda de medio día en Trípoli con un desayuno de trabajo con la delegación de 16 empresarios españoles que les acompañan en esta visita y que pertenecen a los sectores energético (Repsol, Gas Natural, Abengoa Solar, Aries Ingeniería y Sistemas); tecnológico (Indra, Asfibe, Sercobe) y de las infraestructuras y la construcción (Sacyr Vallehermoso, Idom, Mtorres, Isolux-Corsán, Grupo Cobra, Grupo Puentes y Calzadas, Ingecons o Rover Alcisa).
García-Margallo y Pastor, a quienes acompaña el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, se han entrevistado con el presidente del Congreso, Mohamed Magarief, quien hoy por hoy hace las veces de jefe de Estado hasta que se apruebe la nueva Constitución, y con el primer ministro libio, Ali Zidan.
La agenda terminaba con un almuerzo de los dos ministros con los titulares libios de Exteriores, Economía, Transporte, Planificación, al que también acudían directivos de empresas públicas libias de los sectores del petróleo, renovables, aviación civil y vivienda.
La delegación española iba a aprovechar el almuerzo para presentar al Gobierno libio un vídeo de la Marca España que presenta las fortalezas de la economía española frente a nuestras debilidades. La multinacional que ha hecho el vídeo ha cedido gratuitamente al Gobierno español los derechos de imagen para que lo pueda reproducir.