Un libro sitúa a los políticos soberanistas como "objeto del Ministerio del Interior"

Los ordenadores para el proceso participativo del 9N se compraron en Madrid

Libro 'Escac a l'Estat' de Pere Martí
PÒRTIC
Europa Press Nacional
Actualizado: domingo, 15 marzo 2015 13:01

BARCELONA, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los políticos soberanistas son "objeto del Ministerio del Interior", según concluye el libro del periodista político Pere Martí 'Escac a l'Estat. La trama secreta del 9N i la represa del procés' (Pòrtic).

"Algunos intelectuales soberanistas han sufrido inspecciones fiscales sorprendentes y empresarios que han dado apoyo a la causa independentista han tenido problemas con Hacienda", sostiene la obra.

"Nada es casualidad y la guerra sucia existe", asegura, aunque, según Martí, no se logró su objetivo, que era debilitar el proceso soberanista.

El ensayo también afirma que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha convertido la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) en "su arma preferida contra el proceso".

Según fuentes policiales citadas por el autor, fue en otoño de 2012 cuando "comenzó a operar en Cataluña una estructura policial que Interior mantiene en secreto para investigar supuestos cargos de corrupción de políticos independentistas", y que sigue en acción.

El libro revela varias curiosidades del proceso soberanista, y cómo la Generalitat hizo los trámites de la consulta con sumo cuidado, para no levantar sospechas, y evitó emitir documentación por escrito para no dejar pruebas.

Los ordenadores que se colocaron en los puntos de votación se compraron en Madrid: "Como toda la operación se hizo en secreto, como una operación comercial más, las autoridades españolas no tuvieron ninguna constancia del hecho".

En total, se compraron 7.000 ordenadores, "los que se necesitaban para las mesas y cinco más por si fallaba alguno", y su misión era registrar a los votantes para evitar el doble voto.

"Los terminales no estaban conectados entre sí para evitar posibles ataques informáticos o robo de datos", y una vez se hizo el recuento, los datos que contenían fueron destruidos.

Los puntos de votación estuvieron situados mayoritariamente en centros educativos, "y toda la organización se hizo por vía telefónica para no dejar ningún rastro por escrito que pudiese ser usado como prueba" contra la conselleria de Enseñanza de la Generalitat.

"CIBERATAQUE"

El libro también revela que las webs del Govern fueron objeto entre el 7 y el 9 de noviembre de un ciberataque, algo que fue "un intento deliberado y organizado para bloquear los servidores de la Generalitat".

Una parte de la red informática de la Generalitat afectó a la red sanitaria, y "dejó fuera de juego la receta electrónica y el acceso de los profesionales al Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) a los historiales clínicos de los pacientes".

El Govern siempre ha negado que los datos personales estuviesen en riesgo y, gracias a un refuerzo especial, se logró que la web que informaba a la ciudadanía sobre en qué lugar tenían que ir para poder votar no sufriese ningún ataque.

Martí asegura que "no se descarta que --el ataque-- fuese promovido por algún grupo de extrema derecha, y se calcula que un ataque de tres días puede llegar a costar 100.000 euros".

En cualquier caso, el Govern rechazó llevar este caso a los tribunales ya que hacerlo "significaría abrir los servicios de información y de seguridad de la Generalitat a la policía y a los servicios de inteligencia españoles".

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