MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, afirmó hoy que las relaciones de su partido con el Gobierno son "frías y distantes" en materias de reforma fiscal y laboral, y aseguró que "algunas de las medidas" del Ejecutivo "enfrían" su "política de alianzas" en el Congreso de los Diputados.
Llamazares denunció en rueda de prensa que las políticas fiscal y laboral del Gobierno "son su asignatura pendiente" y criticó que, en el periodo en el que ha ocupado la presidencia, el PSOE "no está haciendo honor del mandato electoral de los ciudadanos". Por ello, anunció que la prioridad de IU en este periodo legislativo será "la cuestión social y laboral" y que desarrollarán una campaña ciudadana para informar de su propuesta alternativa de reforma fiscal.
En cuanto a la reforma laboral que está siendo negociada por el Ejecutivo, los sindicatos y la patronal, Llamazares exigió al Gobierno que retire su propuesta y reconsidere sus términos. "Le emplazamos a que rectifique y modifique su propuesta", añadió.
Respecto a la reforma fiscal presentada por el Gobierno, la Comisión Permanente Federal de IU formalizó su rechazo a esta propuesta y denunció que "su coste" ha sido estimado en 4.000 millones de euros, la mitad como consecuencia de la reforma del IRPF y la otra mitad fruto de la implantación progresiva de las modificaciones en el Impuesto de las Sociedades.
El coordinador ejecutivo de Economía y Mundo del Trabajo de IU, Javier Alcázar, advirtió al Gobierno de que bajar los impuesto "con el déficit laboral, tecnológico y social que hay en España no es de izquierdas", y señaló que una reforma fiscal "que se precie de progresista" debe intentar eliminar los desequilibrios y promover los principios de suficiencia recaudatoria, equidad y responsabilidad.
REFORMA SIMILAR A LA DEL PP
En este sentido, criticó que el anteproyecto de Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial del Impuesto sobre Sociedades, presentado por el Gobierno el pasado 20 de enero, mantiene una estructura fiscal similar a la que desarrolló el PP cuando estaba en el Ejecutivo, y recordó que "para obtener buenos servicios públicos" se debe disponer de los fondos precisos para su financiación.
Asimismo, indicó que es "injustificable" procurar una reducción general de los impuestos cuando en España la presión fiscal comparada es "muy inferior" al promedio de las economías más desarrolladas de nuestro entorno, y lamentó que el coste de la reforma propuesta por el Gobierno asciende a los 4.000 millones de euros.
Alcázar explicó que "las circunstancias actuales" de España no son las "más favorables" para emprender una reducción de impuestos de estas características, ya que, por un lado se reducen los fondos estructurales que recibe de la Unión Europea y, por otro lado, "se están concediendo diversas cesiones a las comunidades autónomas". "Esto reduce considerablemente los ingresos del Estado", aseguró.
Además, recordó de que los compromisos del Gobierno "en agenda social" incrementan el gasto, como por ejemplo la futura Ley de la Dependencia, y advirtió de que la política fiscal del Ejecutivo "puede poner en peligro" sus promesas sociales. "Bajar los impuestos no es de izquierdas, de izquierdas es conseguir que sean más progresivos y redistributivos", reiteró.
Para "mejorar los términos de esta reforma fiscal" Alcázar aseguró que IU participará en el trámite parlamentario, donde propondrá "una mayor progresividad fiscal", especialmente en los tramos altos del IRPF, con el objetivo de "garantizar servicios públicos de calidad y atender a la financiación de nuevas sociales, para que éstas no se conviertan en mera propaganda vacía de contenidos".
Además, IU desarrollará una campaña de publicidad propia para explicar su propuesta alternativa a los ciudadanos, basada en la idea de que "para tener recursos suficientes es necesario que sean progresivos".