BILBAO, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del PSE-EE, Patxi López, insistió en que reconoce "pasos" en la izquierda abertzale, si bien matizó que "no son los pasos definitivos" que la sociedad vasca demanda, como es "el alejamiento de una vez por todas" de la violencia. En este sentido, afirmó hoy que Batasuna "perdió una magnífica oportunidad", en el acto celebrado el pasado sábado en Barakaldo, e indicó que, sin una ausencia de violencia previa, "no hay proceso de paz" y que únicamente en ese caso "todos los partidos políticos podremos sentarnos en una mesa".
De la misma manera, agregó que plantear la normalización política como "un asunto de gobierno y oposición" supone "no entender nada" y que, por tanto, es preciso que toda la sociedad vasca esté representada, cada uno con sus planteamientos".
En una entrevista concedida a ETB, recogida por Europa Press, López se refirió al acto de Barakaldo, e indicó que Batasuna consiguió en él "buena parte de lo que quería" ya que "tuvo más publicidad y promoción" de lo que hubiese tenido el acto que tenía previsto inicialmente.
El dirigente socialista lamentó que, "con la ayuda" del PP, se esté hablando más de si la convocatoria "es legal o no es legal" que de los contenidos expresados en ella y agregó que la intervención de Arnaldo Otegi fue "un poco más de lo mismo". En este sentido, señaló que el dirigente abertzale "habló de avances en el proceso y de obstáculos, pero no dijo nada del principal obstáculo para el avance del proceso de paz, que es la existencia de una banda terrorista".
"No hizo ningún llamamiento para que abandone las armas, que es lo que de verdad pondría en pista un proceso de paz", insistió, lamentando que Otegi "perdió una magnífica ocasión" para que el mundo de la izquierda abertzale diera un paso definitivo hacia la política alejándose de la violencia. Tienen que entender que será la política la que arregle los problemas políticos y que nunca la violencia será un mecanismo para conseguir estos objetivos".
En cuanto a las manifestaciones de Otegi en las que afirmaba que "a más obstáculos, más proceso", insistió en que reconoce "pasos" en la izquierda abertzale, pero matizó que "no son los pasos definitivos que todos estamos esperando y la sociedad vasca está demandando: el alejamiento de una vez por todas y el rechazo de la violencia como mecanismo para obtener objetivos políticos" ya que "no hay proceso de paz si no hay previamente ausencia de violencia".
De esta manera, indicó que "no podemos empezar a hablar, no podemos poner en marcha una mesa de partidos para resolver los problemas políticos tutelados de alguna manera por una banda terrorista, porque no estamos dispuestos a aceptar esta tutela". Por ello, insistió en que, "cuando haya ausencia de violencia los partidos políticos, todos podremos sentarnos en una mesa para resolver nuestros problemas".
Preguntado por si se corre el riesgo de perder la oportunidad para la paz, se mostró convencido de que "más pronto que tarde ETA tiene que llegar a la conclusión de que la única solución es el abandono de las armas" y, por ello, esperó que "ese mundo empuje en esa dirección y que luego seamos los partidos políticos los que resolvamos nuestros problemas".
El dirigente socialista recordó que la ley de Partidos es "una ley que existe en todos los países democráticos nuestro entorno, lo que imposibilita que haya formaciones que sean tapadera de una banda terrorista. Si no hay banda terrorista, no será de aplicación", por lo que estimó que "no hay necesidad" de derogarla.
Asimismo, criticó las declaraciones del coordinador de Ezker Batua, Javier Madrazo, en las que indicaba que las expectativas de las conversaciones entre PSOE y Batasuna "han tocado fondo" y que las instituciones vascas deben "tomar el testigo", y dijo que supone "no entender nada".
CONSEJO POLITICO
En este contexto, también se refirió al Consejo Político impulsado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en el que no estará presente el PSE porque la propuesta "integra a los tres partidos que están en el Gobierno" únicamente. En este sentido, señaló que "éste no es un asunto de gobierno y de oposición, es un asunto de los representantes políticos, de los partidos políticos, cada uno con lo que representa, acudiendo a una mesa para que la política resuelva los problemas políticos".
Por ello, insistió en que "entender esto como un asunto de gobierno y oposición es no entender nada" porque "toda la sociedad vasca tiene que estar representada, cada uno con sus planteamientos, y tenemos que ir a esa mesa con voluntad de entendimiento, y no puede ser que haya dos bloques porque uno esté a día de hoy en el gobierno y otro en la oposición".
De la misma manera, aseguró que la voluntad de los socialistas "no es que dos partidos nos pongamos de acuerdo", en referencia a su partido y al PNV, sino que "la inmensa mayoría de los partidos nos pongamos de acuerdo en cómo avanzar en esa mejora estatutaria y retomar los pactos entre diferentes".
"Los marcos políticos sólo pueden servir si son mediante el acuerdo entre los que nos sentimos vascos de manera diferente. Lo contrario, ponerse de acuerdo entre iguales, no deja de ser una imposición a casi la mitad de la sociedad vasca, me da igual que los nacionalistas se pongan de acuerdo e intenten imponer su planteamiento o al revés", agregó.
Finalmente, señaló, tras insistir en que la mesa de partidos debe darse "con voluntad de llegar al entendimiento" y con las bases de ausencia de violencia y "respeto a las reglas de juego", que el PSE no está dispuesto a aceptar "ningún tipo de condicionante" y criticó que "no tanto el PNV, pero sí alguna otra formación nacionalista, dice que para sentarnos en esa mesa tenemos que renunciar a parte de nuestros principios y asumir de entrada sobre territorialidades, derechos de decisión o autodeterminaciones. Para eso que se sienten solos".